Se ha actuado en la zona del obrador (foto superior) y en la del cárcavo del molino de agua.

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El molino de agua harinero situado a la entrada del casal de Son Tugores ha sido rehabilitado por un equipo dirigido por las restauradoras Maria Antònia Cladera y Caterina Fiol, con el objetivo de devolver esta pieza etnológica a su estado original y para que sirva de elemento divulgador.

El proyecto ha surgido desde el Ajuntament d'Alaró y ha tenido un coste de 18.000 euros, sufragados a través de las ayudas que ofrece el Consorci Serra de Tramuntana, al tratarse de un elemento BIC. El alcalde, Llorenç Perelló (PP), indica que «ha sido durante años una restauración que queríamos ejecutar porque era la única zona del edificio que aún se encontraba sin arreglar».

Dos zonas

Los trabajos en el molino se han desarrollado en dos zonas: el obrador y el cárcavo (recinto subterráneo donde se sitúa el rodezno del molino de agua).

En el obrador se han retirado materiales que no eran originales y se ha recuperado el pavimento original. En la zona del cárcavo se ha intervenido en las dos acequias y la escalera de piedra.

En una segunda fase se instalará la maquinaria original que ha podido ser recuperada, además de señalización informativa para que el público pueda conocer mejor este elemento. En ambos puntos se ha mantenido el máximo respeto al original y a las técnicas constructivas tradicionales.

El molino de agua harinero de Son Tugores es de origen medieval islámico y forma parte del sistema hidráulico andalusí de Alaró, que nace en la fuente de ses Artigues y que antiguamente estaba formado por una decena de molinos.