La plaza del ayuntamiento concentró parte de las propuestas de Fira. | Laura Becerra

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La lluvia hizo acto de presencia este domingo en Muro y deslució un poco la tradicional Fira de la Carabassa. Pese a ello, los murers salieron a la calle ya que era la primera feria que celebraban sin restricciones.

Si bien la feria arrancó a las diez de la mañana, justo media hora después empezaron las precipitaciones que provocaron la cancelación de actividades prevista como la batucada o el concierto de la banda de música. Pese a ello, los feriantes mantuvieron las paradas de la feria ya que los murers salieron a la calle armados con paraguas y mascarillas con la intención de vivir la feria aunque fuera ‘pasada por agua'.

Así lo confirmó el regidor de Cultura, Festes i Tradicions, Miquel Porquer, que destacó que la ciudadanía «tenía ganas de feria y así lo ha demostrado». Durante el fin de semana sí que se pudieron celebrar algunos de los actos incluidos en la programación, como es el caso del Tast de Vins en el claustro o la Globotada de los Dimonis de sa Pedrera.