La residencia de gestión privada Sèniors tiene 113 usuarios y 76 empleados en plantilla.

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Un exempleada del servicio de limpieza de la residencia Sèniors de Inca ha denunciado ante Inspección de Trabajo y al IMAS las «graves e infrahumanas condiciones laborales de las trabajadoras de la limpieza en el centro». Anna Petkova comenzó a trabajar el 30 de noviembre y el mismo día firmó la renuncia voluntaria. «Además de las malas condiciones encontré una carga excesiva de trabajo y unas atribuciones que no son propias de la categoría. Las tres trabajadores de ese día nos correspondía limpiar cuarenta habitaciones».

La denunciante afirma que «la falta de personal sociosanitario provocó que tuviera que asumir el trabajo de este colectivo y eso conlleva que los usuarios se encuentren en situaciones higiénicas lamentables y desatendidos». El mismo día que renunció al trabajo puso los hechos en conocimiento de Inspección de Trabajo y del IMAS, sin que haya obtenido respuesta.

La responsable del sector de Administració Local del sindicato STEI, Maria Antònia Ramis, indica que «ayudamos a la empleada a redactar las denuncias y le damos apoyo como sindicato para dar a conocer las condiciones de su trabajo y que la falta de personal provoca también problemas a los usuarios de la residencia». El IMAS realizó una primera visita sorpresa el 12 de enero y no detectó incidencias en el proceso de higiene y limpieza de los usuarios y de las instalaciones. Tampoco se observó ninguna desatención y los cambios posturales de los residentes se había realizado con normalidad.