El histórico arqueólogo Guillem Rosselló Bordoy logró parar las máquinas e impedir más daños, pero el paso del tiempo ha ido deteriorando aún más la estructura. En el verano de 2021 el Ajuntament contrató a un equipo de arqueólogos y restauradores que, con la ayuda de una decena de voluntarios, realizó la primera campaña arqueológica en la zona.
Magdalena Sastre, codirectora del equipo, explica que los trabajos se han centrado hasta ahora en la limpieza y consolidación de la estructura principal, una plataforma escalonada de «gran monumentalidad», propia de la transición de la edad de bronce a la época talayótica. Además se puede edificar claramente un talayot. Han aflorado también multitud de restos cerámicos de distintas épocas, desde la prehistoria hasta la época islámica.
«El hecho de haber encontrado tantos restos de materiales sin buscarlos, porque realmente la campaña ha sido de limpieza y consolidación, nos ha sorprendido y nos hace ver el potencial del yacimiento que parece no estar contaminado por intrusiones modernas», dice Sastre. La arqueóloga explica que «los materiales más modernos que hemos encontrado son de época islámica lo que puede ser muy interesante porque sabemos que Inca jugó un papel muy importante en esa época».
El alcalde Virgilio Moreno y el regidor de Patrimoni de Inca, Andreu Caballero, visitaron este sábado la jornada arqueológica en el Museu del Calçat en la que se mostraron los hallazgos y algunos voluntarios limpiaron materiales. Caballero anunció el compromiso municipal de financiar una nueva campaña este verano.
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