Imagen de la reja que impide el paso al sendero público. | Redacción Part Forana

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Los operarios del Consell de Mallorca, que este jueves tenían que empezar a señalizar el acceso a la Torre Picada desde el Pla de ses Vinyes, en el Port de Sóller, no pudieron acceder a este camino público por la aparición de una reja que delimita la finca y que no ha tenido en cuenta la servidumbre de paso. Fuentes municipales han asegurado que este camino «figura desde 2013 en el catálogo municipal y nunca hasta ahora nadie ha alegado en contra, siendo además un acceso muy frecuentado por excursionistas y vecinos».

Desde el Ajuntament no se descarta que pueda tratarse de un error. La finca por la que discurre este sendero no es la misma en la que se sitúa la torre, sino la que la rodea. El propietario de los terrenos que ahora se han cerrado solicitó hace un tiempo al Consistorio que le notificara el trazado exacto del camino público hasta la torre que pasa por el interior de su propiedad, admitiendo así, de facto, su existencia. El Consistorio ahora realizará una inspección e instará el dueño a suprimir la reja en este tramo. Hay que recordar que con la vigente Ley de caminos el cierre de un camino público se considera una falta muy grave, que puede ser sancionada con multas de hasta 20.000 euros.

Por otra parte, el Ajuntament ha aprobado recientemente en pleno solicitar al Consell que adquiera la Torre Picada, que está en venta por un importe de unos dos millones de euros. La torre, del siglo XVI es una de las atalayas costeras mejor conservadas de Mallorca. Se sitúa en una parcela de unos 10.000 metros cuadrados, que está rodeada por terrenos pertenecientes a la finca por donde pasa el camino ahora clausurado.