Puntos de suciedad. No es extraño pasear por Manacor y encontrarse con algún vehículo con una pegatina en sus cristales de la Policía Local que lo identifica como vehículo abandonado. El regidor Joan Gaià indica que estos coches se convierten en puntos de suciedad e incivismo. | Maria Nadal

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Mano dura contra los incívicos. El Ajuntament de Manacor quiere poner fin a los coches abandonados en la vía pública y solo durante el primer semestre de este año 2022 ya se han abierto más de doble de expedientes sancionadores que en todo el año 2021. Si hablamos de años anteriores, la cifra de coches que se enviaban a reciclar desciende hasta los cinco y seis vehículos al año.

El aumento de expedientes se debe a que los agentes de la Policía Local han incrementado la vigilancia sobre el abandono de vehículos y han abierto un total de 78 expedientes sancionadores (en todo 2021 se abrieron 34). El regidor de Policía, Joan Gaià (Més-Esquerra), explica que «el problema con estos automóviles es que el procedimiento administrativo es muy largo y complica las gestiones para eliminarlos de la vía pública. Antes de mandar un coche a reciclar, se debe notificar al propietario y, si no es posible, se debe publicar en el Butlletí Oficial de les Illes Balears (BOIB)». El proceso conlleva meses.

Durante lo que llevamos de este 2022, se han abierto 78 expedientes sancionadores, de los cuales 54 coches se encuentran en el depósito municipal, mientras que el resto siguen en la vía pública. «El depósito está lleno y no puede asumir más vehículos por falta de espacio. Aún quedan muchos coches en la vía pública pero nuestra intención es seguir con esta línea de actuación, con la que se han incrementado el control policial, para erradicar este problema porque los coches abandonados generan puntos de suciedad y vandalismo en plena calle», según palabras del regidor Gaià.

Entre estos vehículos se encuentra un Volkswagen Polo, que fue matriculado en el año 2018 y que llevaba dos años abandonado en la vía pública de la ciudad de Manacor. Ante su buen estado, el Ajuntament ha iniciado el expediente para incorporar este coche a la flota de vehículos municipal. «La ley permite reutilizar el vehículo solo para tareas de tráfico si no sale el propietario, que es el caso de este coche», según palabras del regidor de Policía Local, por lo que ahora se ha abierto el procedimiento para matricularlo.

La ordenanza municipal contempla multas de entre 750 y 1.500 euros por el abandono de motos o coches en la vía pública y la infracción es considerada como grave, según la normativa. Aún así, el problema de poder contactar con el propietario supone que, en muchos casos, el Ajuntament deba correr con los gastos pertinentes para trasladar los automóviles hasta la planta de residuos autorizada. Las tareas de reciclaje no tienen coste para las arcas municipales.