Los primeros ventiladores ya funcionan en el centro de secundaria de Bendinat. | J.M.

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El equipo directivo del IES Bendinat y parte del profesorado se retrató este viernes a media mañana en las instalaciones del centro educativo calvianer para mostrar su apoyo sin fisuras a la movilización llevada a cabo esta semana por sus estudiantes, que durante un par de días dejaron de acudir a clases ante el calor «insoportable» que han sufrido en la vuelta a las aulas.

En declaraciones a este diario, Apolonia Alou agradeció a sus alumnos que hayan tomado una iniciativa que permite dar visibilidad a un problema que, según ella, «se arrastra desde hace años», pero que este mes de septiembre ha alcanzado extremos «nunca vistos» hasta provocar el pasado miércoles dos lipotimias. «El calor junto a la humedad ha hecho que la sensación térmica en el interior de las aulas sea de 40 grados durante buena parte del día», lamentaba este viernes la profesora de secundaria, que habla de un «infierno» y que exige soluciones «inmediatas» para toda la comunidad educativa.

Los primeros ventiladores ya funcionan en el centro de secundaria de Bendinat.

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Otra docente del mismo instituto, Marisa Barceló, asegura que resulta «complicado» gestionar un aula con cerca de treinta jóvenes que, como estos días, han tenido que echar mano del abanico durante toda la mañana para aliviar un calor que, según apuntan los propios estudiantes, impide la «concentración» y la «atención». Según ellas, los problemas sufridos esta semana vienen además a darles la razón respecto a la imposibilidad de adelantar el calendario escolar, tal como sucede en parte de Europa, y tal como ya se ha empezado a aplicar este año en Catalunya. «Las familias y la sociedad no tienen ni idea de lo que sufrimos profesores y alumnos», advierte Apolonia, recordando que los institutos «no son guarderías» para resolver «problemas de conciliación».

Las profesoras Apolonia Alou y Marisa Barceló.

Alou, que lleva treinta años ejerciendo como profesora, dice que «nunca» había sufrido un septiembre como el de este año, y rechaza las críticas hacia el alumnado por ausentarse de clase: «quien crea que los jóvenes son unos blandengues debería pasar seis hora en las aulas». Y concluye: «si buscamos de verdad la excelencia educativa hay que encontrar ya una solución».