La Torre Picada es todo un símbolo de la conservación del litoral virgen 'solleric' y de su historia. | ARCHIVO

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El Consell de Mallorca movilizará parte de su remanente de tesorería para formalizar la adquisición de sa Torre Picada, en el Port de Sóller. En el pleno que se celebra este jueves, la institución insular aprobará una modificación de crédito de 1.360.000 euros para la compra de esta emblemática parcela de 7.123 metros cuadrados –algo más de una quarterada– como primer paso para la adquisición de la propiedad, tal y como reclama el Ajuntament de Sóller.

La compra afecta a los terrenos mencionados, situados en el Port de Sóller y a la torre de defensa que les dan nombre, la Torre Picada, monumento declarado Bien de Interés Cultural (BIC). «El hecho de ser un BIC ya protege a esta finca de la presión urbanística que ha pesado sobre ella en el pasado, desde proyectos hoteleros a un campo de golf; el Consell quiere garantizar que preservará su carácter», apuntan fuentes de Presidència.

La adquisición de la Torre Picada por parte del Consell supondrá convertir en espacio público uno de los monumentos más emblemáticos del municipio y de la Serra de Tramuntana. A pesar de ser totalmente privada, sus titulares, la familia sollerica Castañer Puig, siempre ha facilitado su disfrute a los colectivos locales, para fines culturales, solidarios o históricos, por lo que esta estructura defensiva, perfectamente conservada, es muy querida por todos los vecinos.

El Ajuntament ha hecho suya en repetidas ocasiones la aspiración de los sollerics a que este espacio fuera público, y recientemente aprobó por unanimidad una moción en la que se solicitaba al Consell la adquisición de la finca, que estaba en venta desde hacía varias décadas. Ya en el año 2004, los propietarios realizaron una oferta al Ajuntament, que trasladó la petición al Govern, aunque no se llegó a considerar la operación. En aquel momento había inversores extranjeros interesados, atraídos por la espectacular ubicación de la estructura defensiva en plena la costa virgen de Tramuntana.

Un año después, el Ajuntament hizo una nueva petición de compra, esta vez al Ministerio de Medio Ambiente, que tampoco fructificó. En 2008 hubo otra oferta de la propiedad al Consistorio sin que tampoco hubiera acuerdo y en 2017 el Govern pidió una tasación oficial para estudiar su adquisición a través de los fondos estatutarios, que tampoco se llevó a cabo. La insistencia municipal se repitió en 2019 y de nuevo, esta vez sí atendida por el Consell, el pasado mes de junio de 2022.

Punto de vista
Juanjo Roig

Desafíos patrimoniales

Juanjo Roig

La compra de sa Torre Picada de Sóller por parte del Consell es una excelente noticia para la preservación de los bienes patrimoniales de Mallorca. El siguiente reto que se le presenta a la institución insular es el de la posible rehabilitación y la necesaria conservación de este espacio tan apreciado por los sollerics. Y si este es un desafío de altura, no nos queda más remedio que desviar la mirada hacia Alaró y pensar cómo se las apañará el Consell para lograr lo mismo.