Durante seis semanas, los arqueólogos marítimos se han sumergido para estudiar los restos del navío del siglo I. | IBEAM

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Poner en valor el patrimonio subacuático y profundizar en el conocimiento de la navegación y el intercambio comercial de los primeros siglos de nuestra era. Con estos objetivos, el equipo del Institut Balear d'Estudis en Arqueologia Marítima (IBEAM) ha llevado a cabo la quinta excavación en el barco conocido como ‘ses Llumetes', que se encuentra en la playa de Porto Cristo, en el municipio de Manacor.

El equipo dirigido por Javier Rodríguez y Alejandro García Sinner ha trabajado en el barco sumergido durante las últimas seis semanas en las que han estudiado los elementos del navío y han podido constatar que se trata de una embarcación de entre 18 y 20 metros de eslora, de los cuales se conservan 9 metros. Rodríguez indica que el barco «tiene características constructivas que no hemos sido capaces de identificar en otros yacimientos. Es un producto naval muy artesanal con muchas particularidades».

Pieza única

Estas características y el estudio de su carga (se han recuperado muchas lucernas de aceite, de ahí el nombre del barco) ayudarán a los especialistas a conocer cómo funcionaba la navegación en la era romana en la zona del Llevant. De hecho, el equipo del IBEAM ya tiene en mente la excavación de otros barcos en Porto Cristo. En el caso de ‘ses Llumetes', la restauradora del patrimonio arqueológico marino, Andrea Sanz, explica que se han recuperado muchos objetos metálicos y se ha extraído una muestra de la madera del barco para hacer un estudio dendrocronológico, con colaboración de la UIB. Así, se podrá saber qué especies de árboles se utilizaron e, incluso, cuando y donde se talaron. Otro elemento de vital importancia para la conservación del pecio es la puzolana. Se trata de una capa de material que ha ayudado a la conservación de los restos del navío durante los siglos.

Esta zona se ha excavado en su totalidad y se ha enviado una muestra a la Universidad de Victoria, en Canadá, para su estudio. Los resultados de todos los estudios que ahora se ponen en marcha tras el trabajo de campo se darán a conocer durante el mes de febrero a los vecinos de Porto Cristo. Tanto Rodríguez como Sanz coinciden en que «la sociedad debe conocer su patrimonio para que lo proteja y lo valore. Los ciudadanos tienen que ser partícipes del proyecto». Por este motivo, los expertos del IBEAM trasladarán el trabajo que ha llevado a cabo gracias a un equipo de doce personas con especialistas de Francia, Japón, Grecia o del Líbano. El equipo ha contado con la colaboración de diferentes empresas locales y del Ajuntament de Manacor.