Numerosos coches aparcados en el Cami de Son Pol este miércoles.

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Llorenç Perelló, alcalde de Alaró hizo una pequeña excursión al Castell que vigila la localidad que vive en las faldas de la Serra de Tramuntana. Un itinerario que se tuvo que paralizar a la mitad del camino de vuelta por la densa nevada que hacía desaparecer el pueblo y crear imágenes más dignas de la misma Siberia que de Mallorca. De hecho, tan surrealistas eran las instantáneas que no dudó en hacer fotos para inmortalizar un hecho histórico. «Nos paramos porque era complicado bajar, pero durante el mediodía del martes pudimos reanudar la bajada. Tenemos unas fotos impresionantes», comenta, tras volver de su pequeña escapada de la que volvió sin problemas.

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Tras la frenética jornada del martes, el Ajuntament d'Alaró ha desplegado un operativo para quetodos los que se acerquen al Castell puedan hacerlo con la máxima normalidad posible y evitar posibles incidencias. «Ha venido muchísima gente y antes de las 8:30 hemos tenido que cerrar el camino parcialmente hasta el aparcamiento des Verger y no colapsar la vía», afirma el alcalde. A lo largo de la jornada del miércoles, los excursionistas se han ido acumulando a los pies del Castell para poder disfrutar de una nevada histórica y que dejan una postal histórica de la localidad. «Han llegado a venir hasta las 16:00 horas unas 3.000 personas. Hay gente que nos comenta que parece el Born», asegura.

La resaca de Juliette ha dejado un gran flujo de visitantes, que han tenido que optar por aparcar lejos del punto más alto de Alaró para poder llegar a pie y de hecho, algunos se han visto obligados a entrar al núcleo urbano. Ante esto, se han tomado medidas restrictivas para que la gente del pueblo no vea cómo se colapsa el centro. «Hemos cortado algunas calles y unificado sentidos para que no se colapse todo, aunque por ahora todo ha transcurrido con normalidad menos al principio del día que todavía no estaba el operativo totalmente montado», finaliza.