La hilera de carros, ‘cabriols’ y caballos, llegando a Portocolom. | Gori Vicens

TW
3

Antaño, cuando no había coches, los caballos eran uno de los medios de transporte, incluso para ir a la playa a tomar un baño. Los vecinos de Felanitx tenían la costumbre de ir a Portocolom a veranear unos días –si tenían casa– o al menos a pasar el día cerca del mar. Salían bien temprano del pueblo con el carro bien cargado.

Para rememorar aquellos tiempos, ya hace tres décadas que un grupo de jóvenes organizó una anada en carro, a montura, en bicicleta o a pie desde Felanitx hasta la playa de Cala Marçal, en Portocolom, un trayecto de 12 kilómetros que suelen hacer en unas cuatro horas –en coche se hace en 15 minutos–. Además, como se hacía antaño, se paran a medio camino a merendar y a abrevar a los animales. Toman un baño y después comen todos juntos. Por la tarde hacen el camino de vuelta.

Tres de los caballistas a montura durante el paseo
Tres de los caballistas a montura durante el paseo.

Además de vecinos del municipio felanitxer, en las últimas ediciones participan residentes de otros municipios, incluso los hay que cruzan la Isla, desde Pollença, para participar. Ayer, fueron más de 150 personas. Unas 15 hicieron el trayecto en bicicleta y 10 a pie. De animales, participaron 31 caballos con carros y 21 a montura, siendo ésta una de las ediciones más participadas. La mayoría de los asistentes son jóvenes, buena señal del interés que todavía hay por conocer, recuperar y mantener las tradiciones de lo que hacían nuestros antepasados.