En concreto, 6,3 de 10 kilómetros del tendido pasarían por Marratxí si finalmente se ejecuta el proyecto actual. El alcalde, Jaume Llompart, aseguró ayer que «las obras para implementar esta línea de alta tensión condicionarán la implantación futura de servicios como los de agua potable, aguas residuales, recogida de pluviales y alumbrado público».
El hecho es que «el resto de instalaciones tienen que guardar ciertas distancias de seguridad con los cables de alta tensión y las calles de estos núcleos antiguos son estrechas», detalló Llompart. Aún así el alcalde aclaró que «no estamos en contra de las energías renovables».
Delante de esta situación, el equipo de gobierno trasladó el pasado lunes su negativa al Govern, concretamente al conseller de Indústria, Alejandro Sáez de San Pedro. Además, los técnicos municipales ya han informado negativamente el proyecto, un informe que han remitido al mismo Govern. En el documento, el Ajuntament pide que se opte por otra línea de evacuación, ya que, en el proyecto se incluyen hasta cuatro alternativas , y ninguna de ellas afecta a Marratxí.
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Tendría que hacerse los parque solares en lugares ya conectados, que no necesiten tendidos nuevos. Los ecologistas cambian ahora de bando pero ya se tenía conciencia del problema, o sea la multiplicación de nuevos tendidos, en espera del "milagro" del hidrógeno verde o, mejor dicho, semiverde. El cierre temporal de la central de Lloseta, durante un año, no es una buena noticia.