En cuanto a la producción, este año se han recogido 834.588 kilos de uva blanca, un 4% más que el año anterior, y 1.301.027 kg de uva negra, un 6% más que en 2022. En conjunto, ha sido bastante superior a la del año anterior, recuperando las viñas la producción habitual de los años previos a la COVID-19, pues durante la pandemia muchos viticultores se vieron obligados a reducir la producción de manera drástica mediante podas en verde.
Este incremento se ha producido pese a que de las 511 hectáreas de viñedos inscritos en Pla i Llevant de Mallorca, solo se han destinado 368,12 hectáreas a la elaboración de vinos bajo el amparo de esta DO. Esto supone una reducción del 12% de hectáreas respecto a 2022, cuyas uvas se han destinado a elaborar vino de mesa o vinos con IGP Vi de la Terra de Mallorca o Vi de la Terra Illes Balears.
Vinos de calidad
Estas variaciones de un año a otro responden mayoritariamente a los viticultores que venden sus uvas a unos u otros en función de la calidad de sus cosechas, mientras que las bodegas, en general, destinan su producción propia de uva a elaborar vinos de calidad con el sello de la DO. Según los cálculos de la DO Pla i Llevant de Mallorca, de los 2,1 millones de kilos de uva recolectados se elaborarán alrededor de 580.000 litros de vinos blancos y 910.000 litros de vinos tintos y rosados. Respecto a la campaña anterior, supone un aumento del 12 % en la producción de vinos blancos y del 17% en el caso de los tintos.
En su conjunto, el aumento de la producción, la ausencia de enfermedades salvo pequeños brotes en primavera que fueron controlados rápidamente, y el clima favorable, la DO confía lograr una añada excelente.
Antoni Bennàssar: «Pocos viticultores recuerdan una campaña tan tranquila en los últimos años»
El presidente de la DO Pla i Llevant, Antoni Bennàssar, destaca el optimismo entre los bodegueros por las buenas condiciones que se han dado este año, acostumbrados como están a que siempre ocurra algún fenómeno adverso en la viña, ya sea sequía, granizo, lluvias intensas o plagas.
«Veníamos de dos años de sequía, y las lluvias de mayo y junio beneficiaron a la uva, evitando una excesiva concentración de azúcares; luego en agosto llovieron unos 20 litros que fueron muy bien para las plantas, que habían sufrido el calor intenso de julio y agosto». En general, pocos viticultores recuerdan una vendimia tan tranquila en los últimos años, reconoce Bennàssar.
1 comentario
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Mallorca y vinos de calidad? Bueno, algunos hay pero con precios desorbidados.