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La funeraria catalana Áltima ha adquirido, a través de su compañía Serveis Funeraris de Mallorca, las históricas empresas mallorquinas Funerarias Inca y Funeraria Hermanos Sastre, lo que le ha permitido gestionar desde hace unos meses el tanatorio y el crematorio de Inca. Además, a través de su nueva empresa Serveis Funeraris d'Inca, se encarga parcialmente de los cementerios de Binissalem, Mancor, Sencelles y Biniali. Por otra parte, desde Serveis Funeraris de Mallorca también trabajan en Andratx, Esporles, Consell y Alaró.

El consejero delegado de Áltima, Josep Ventura, ha explicado a Ultima Hora que «nuestra empresa tiene una historia de más de 300 años y en nuestro plan de crecimiento ya abrimos en 2019 las oficinas de Serveis Funeraris de Mallorca en el hospital Son Espases. Tras la adquisición de las dos empresas funerarias históricas en el Raiguer ampliamos nuestro radio de acción a Inca y a los municipios cercanos». La inversión global que ha realizado Áltima en Mallorca «es de unos tres millones de euros y seguimos abiertos a empresas funerarias que estén en procesos de sucesión familiar».

Josep Ventura mantiene que en Áltima «somos defensores de las costumbres y de las tradiciones locales. De hecho, hemos absorbido a los empleados que ya trabajaban en la Isla y ahora contamos con una plantilla de 22 personas. Ellos son los que mejor conocen las particularidades de cada pueblo y los que pueden dar mejor servicio». A la vez considera que «nosotros podemos aportar conocimientos y elementos de sostenibilidad e innovación que son necesarios».

El consejero delegado detalla algunas de las mejoras que se están llevando a cabo y que incluyen «la oportunidad de ofrecer a las familias unas instalaciones para celebrar tanto ceremonias multiconfesionales como laicas, además de el servicio de repatriaciones, el que contamos con personal muy especializado para llevar a cabo las tramitaciones». En los cementerios donde llevan a cabo el mantenimiento tras un acuerdo con el Ajuntament correspondiente subraya que «el estado de las instalaciones ya era bueno antes, las funerarias mallorquinas han realizado un buen trabajo». El tanatorio de Inca «abrió hace 19 años y está muy bien conservado, pero realizaremos algunas mejoras».

Entre las novedades destacan las tapas de féretro de pizarra en las que se pueden escribir los últimos mensajes o realizar dibujos, así como un servicio de composiciones florales con plantas de proximidad que contribuyen a reducir la huella de carbono.