El alcalde de Muro, Miquel Porquer, denuncia que «en febrero de este año hubo una sentencia del Tribunal Supremo que da la razón a nuestros intereses y se tiene que cumplir; nos sentimos totalmente indefensos, mientras pasan los años y no se llega a ninguna solución». La pasada legislatura hubo varias reuniones para zanjar este conflicto, con resultado infructuoso. «He puesto el tema en conocimiento del nuevo director de Recursos Hídrics, Joan Calafat, y espero que se hagan avances porque quienes sufrimos los malos olores y vertidos, dando una mala imagen y molestias, somos los vecinos de Platges de Muro», apunta con indignacion.
Desde hace mas de tres décadas está pendiente la ejecución de un convenio a tres bandas firmado en 1989 por los ayuntamientos de Muro y de Santa Margalida, además de Abaqua, la agencia del agua del Govern balear, que gestiona la mayoría de depuradoras. En aquel convenio, las partes se comprometían a construir una segunda estación depuradora en Can Picafort y que la actual planta de Son Bosc diera servicio exclusivamente a Platges de Muro. Poco después llegó a la alcaldía de Santa Margalida el actual alcalde, Joan Monjo, e inició una oposición al proyecto, retrasándolo durante 34 años con una batalla de recursos y pleitos.
El origen
En diciembre de 2021, el Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB) anuló un acuerdo de pleno del Ajuntament de Santa Margalida que daba por finiquitado el convenio que obligaba a construir la futura EDAR de Can Picafort. A pesar de que el ayuntamiento presidido por Joan Monjo recurrió esta setencia, en febrero de 2023 el Tribunal Supremo la validó y con ello reiteró que Santa Margalida no tiene potestad para anular aquel convenio por su cuenta.
El proyecto de la depuradora está previsto en los Presupuetos Generales del Estado año tras año, sin embargo, la férrea oposición judicial que planta el Ajuntament de Santa Margalida ha retrasado durante décadas su ejecución. Hace dos años caducó incluso el documento de impacto ambiental previo y en julio de este año el Gobierno central ha sacado a concurso la redacción del proyecto. Todo parece indicar que el Gobierno central no ha descartado esta infraestructura que debe evitar los actuales vertidos al parque natural de s'Albufera, o muy cerca de sus límites.
Monjo defiende su oposición a construir la planta porque está contemplada con un emisario marino frente a la playa de son Bauló, mientras que él quiere que sea con depuración terciaria para regadío. La pasada legislatura Recursos Hídrics no avaló este cambio porque el agua residual de Can Picafort está salinizada y porque retrasaría su ejecución al tener que redactar un proyecto nuevo. El nuevo Govern de Prohens en Baleares aún no se ha pronunciado sobre este conflicto enquistado entre dos municipios vecinos y turísticos de Mallorca.
6 comentarios
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La Tinay el Ajuntament de Santa Margalida también que igualmente se enriquece de la explotación hotelera....
Depuradora sí, por supuesto. Pero antes que se incluya en proyecto el reacondicionamiento las redes de alcantarillado, separando pluviales de fecales que luego pasa lo que pasa. Una cosa es usar el emisario para enviar agua depurada al mar y otra usar ese emisario como desagüe...
Los Hoteleros a ocuparse del tema
Quasimodo.Tota la raó, a més això ja hauria de ser tractat com un delicte mediambiental, i si hi ha desistiment de funcions per part de Abaqua (administrada pels ECOsobiranistes de MÉS durant els últims vuit anys, quines coses...) que actuï la justícia i si el batle de Sta. Margalida obstrueix que actuï la justícia (encara que crec que hauria de ser estudiada la proposta de poder utilitzar aquesta aigua depurada per a reg i neteja viària, millor que abocar-la a la mar, no, ECOsobiranistes?).
Culpa de los guiris...españoles inteligentes
Con el recibo del agua hace más de 25 años que pagamos un impuesto que se llama Canon de depuración de aguas residuales, con el que recaudan millones cada año. En un principio ese dinero estaba destinado para hacer nuevas depuradoras, mantener las existentes y para que el tema de la depuración de aguas dejara de ser un problema. El problema es saber donde está el dinero, que han hecho con el, si no se destina al uso por el que fue creado el impuesto no tenemos porque pagarlo. Lo de Can Picafort es solo un ejemplo, muchas playas se ven afectadas por vertidos sin que al parecer preocupe mucho a los políticos de turno.