Tomeu Riera Morro, presidente del Comité de Árbitros de Fútbol de Baleares. | FFIB

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El Comité de Árbitros de Fútbol de les Illes Balears (CTA-FFIB) no tiene intención de tomar medida alguna contra la colegiada Laura Santos Fernández, señalada por la polémica expulsión del entrenador del conjunto alevín del Petra, Miquel Santandreu, motivada según este último por motivos lingüísticos al exigirle la árbitra que le hablara en castellano, aunque el acta apunta «ciertas faltas de respeto, sin conseguir que cese».

La colegiada, que lleva poco tiempo en Mallorca y estaba antes adscrita al Comité Andaluz, «seguirá arbitrando», refería el presidente del colectivo arbitral en las islas, Tomeu Riera Morro, quien tiene previsto reunirse con ella para conocer de primera mano su versión de los hechos, lamentando además «todas las críticas y comentarios que ha recibido en las redes sociales» y la imagen salpicada de nuevo del colectivo arbitral.

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«No contemplamos ninguna medida disciplinaria ni de actuación, pues entendemos que aplicó el reglamento y tomó esa decisión por motivos deportivos», aseguraba Riera Morro, que entiende que esa expulsión está justificada, «por la información que hemos recibido, por reiteración de protestas y porque la increpaba».

Fesde la Federació de Futbol de les Illes Balears se defendió que «en los campos de fútbol tiene que aplicarse siempre el sentido común del respeto lingüístico en todo momento» y por ello, «ninguno de los 33.000 federados que forman nuestro fútbol entre todos los agentes implicados debe sentirse discriminado por el idioma oficial que decida emplear con total libertad». La Federació aclaró a este diario que «la árbitro no gestionó bien la situación».