La retirada del monumento se hizo a primera hora de la mañana.

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Artà ha eliminado el último vestigio franquista que quedaba en el pueblo. A primera hora de esta mañana, jueves 21 de marzo, se ha procedido a la demolición del monumento de la Cruz de los Caídos, ubicado junto a las murallas de Sant Salvador, para dar cumplimiento a la ley de Memoria Histórica que obliga a la retirada de toda esta simbología. En el mes de septiembre de 2018 el pleno ya aprobó una moción para iniciar la tramitación necesaria para proceder a su derribo. Un acuerdo que ahora se ha ejecutado.

Este proyecto municipal, que asciende a 94.186 euros, contempla la mejora paisajística de la explanada de la Torre de Sant Miquel. Las obras consisten básicamente en labores de ajardinamiento y pavimentación de la plaza, retirada de la vegetación y nuevos espacios lúdicos.

Durante el primer ayuntamiento democrático se sustituyó la placa de la cruz dedicada a los caídos al frente del bando de los vencedores por la inscripción a «totes les víctimes de la guerra civil». Desde el Ajuntament exponen que «posteriormente fueron diversas las mociones que se llevaron a plenos municipales que ponían de manifiesto realizar acciones en este sentido ya que el monumento había sido diseñado por el régimen franquista alabando a sus muertos y dejando de lado las personas que padecieron persecución y representación durante la dictadura».

En 2018 se solicitó a la Comissió Tècnica de la Llei de Memòria Històrica un informe para que se pronunciara en relación a esta Cruz de los Caídos de Artà. Se incluyó en el listado de elementos contrarios a la Ley de Memoria democrática de les Illes Balears que comporta la retirada de símbolos, leyendas y menciones franquistas. Con esta demolición se eliminan todas estas referencias. Quedaban unos vitrales en la sala de plenos con simbología franquista que ya fueron retirados.

Ahora se procederá a adecuar la explanada con la retirada de vegetación y mejora paisajística.
Ahora se procederá a adecuar la explanada con la retirada de vegetación y mejora paisajística.

Este proyecto ha sido financiado gracias a la modificación de crédito que el Ajuntament de Artà aprobó el pasado mes de julio. El objeto, tras la demolición es la adaptación a un nuevo espacio público que contemple la protección frente a los riesgos de desprendimiento del talud adyacente. El Ajuntament encargó un estudio geológico de la muralla del Santuari de Sant Salvador.

Siguiendo las recomendaciones de informe se procederá a la limpieza del talud presente entre las murallas y el lugar de demolición del monumento. Se trata, según el Ajuntament, de evitar riesgos de más desprendimientos causados por las grietas producidas por las raíces de la vegetación y de abrir nuevas perspectivas desde el pueblo hacia las murallas.