Los residentes interactúan con el animal y forma parte de su día a día.

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La Llar de Calvià ha puesto en marcha un proyecto de canoterapia para paliar la soledad de sus usuarios. Esta propuesta llega tras una exitosa experiencia similar con caballos. Desde hace once meses los usuarios de la Llar comparten sus días con Chloe, una perra Schnauzer miniatura que llegó de cachorro a la residencia y que se ha convertido en una residente más.

El gerente del centro, Juan Caimari, explicó que «tras un ciclo de tres meses de equinoterapia cambiamos de propuesta hacia la canoterapia y el resultado ha sido fantástico, mejorando incluso al anterior». De la misma forma, la teniente de alcalde de Serveis Socials, Familia i Tercera Edat, Juana María Prats, subrayó que «hemos detectado que los residentes responden muy bien a las novedades. Proponemos crear nuevas maneras para que l no estén inactivos».

Los residentes interactúan con Chloe, la sacan de paseo o le cepillan el pelo. Actividades sencillas que esperan con ilusión y les mantienen activos. Josefina Riera, psicóloga del centro, sostiene que «las terapias con animales ayudan a mejorar la calidad de vida física y emocional del residente» y asegura que «hemos notado como les ayuda mostrar emociones y a paliar el sentimiento de soledad».

Estos modelos de terapia suponen un cambio de rol para el residente, «pasa de ser cuidado a ser el que se preocupa por el animal. Además, éste capta su atención lo que favorece la estimulación cognitiva, la participación física y refuerza la memoria», zanjó Riera.