La reaparición de los 'cossiers' generó enorme expectación en Sóller. | Lluc García

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Los cossiers, antigua tradición religioso-popular, volvieron a danzar este domingo en Sóller en una celebración recuperada tras varios siglos de ausencia. Los danzadores, tres hombres y cuatro mujeres, bailaron con motivo de la celebración de la festividad del Corpus, estrenando además música y vestuario.

Gracias a un acuerdo adoptado meses atrás por la parroquia de Sant Bartomeu y tres asociaciones culturales -Aires Sollerics, Estol de Tramuntana y los Xeremiers de Sóller- los asistentes a la ceremonia religiosa y a la procesión pudieron disfrutar de esta misteriosa danza que se bailó en varios momentos de la celebración. Los componentes de este primer grupo de renacidos cossiers son Guillem Forteza, Blanca Garcia, Aurora Pujol, Joan González, Maria Àngels Estelrich y Joan Vicens, con Xisca Castanyer en el papel de dama, figura central de la danza. En los cossiers de Sóller no se ha incorporado la figura del dimoni, presente en otros pueblos de la Isla, al menos durante la celebración del Corpus.

Hay que destacar que a pesar de que la presencia de cossiers en las fiestas religiosas de Sóller y Fornalutx se ha podido documentar ya a partir de 1544 y hasta el siglo XIX, al no existir descripción gráfica de su vestuario, música acompañante ni coreografía, se acordó crear estos elementos para no copiarlos de otros municipios, ya que los cossiers y cavallets de cada pueblo de Mallorca tenían y tienen danzas particulares.

Así, la música que este domingo sonó en el reestreno ha sido compuesta por el músico Xevi Franco, de los Xeremiers de Sóller y los encargados de interpretarla -flabiol y tamborino- fueron Guillem Serrano y Pere Pérez.

Actuación

La primera actuación de los cossiers fue este domingo durante la celebración del oficio solemne en Sant Bartomeu. La comitiva de los danzadores y xeremiers desfilaron danzando hasta el altar mayor durante la celebración de la Misa, como manda la tradición, en el momento de la Ofrenda.

Posteriormente, los cossiers volvieron a bailar ante la iglesia a la salida de las Sagradas Formas, durante la procesión y, al finalizar esta, en la explanada de la plaza cubierta de un mando floral. El regreso de los cossiers a Sóller ha tenido una gran acogida entre los vecinos y feligreses, y también ha supuesto una sorpresa inesperada para los numerosos turistas. Hay que recordar que a lo largo del siglo XX ya se intentó recuperar la tradición en varias ocasiones, pero no tuvo continuidad.