Restaurante emblemático. Can Lluc es un restaurante con décadas de historia, que han ido regentando las distintas generaciones de la familia. Hace casi cincuenta años que está abierto y ahora está en manos de Jordi Oliver, el yerno de quién lo abrió, que continua el legado junto con su mujer. | R.P.F.

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El Grup d’Ornitologia Balear (GOB) ha presentado alegaciones contra la petición de instalar sillas y mesas en la terraza del restaurante Can Lluc, ubicado en la Cala de Deià.

Los propietarios solicitaron a Costes el permiso habitual, que se renueva cada tres años, para instalar 23 mesas, 60 sillas y tres bancos durante las temporadas del 2023 al 2026. Una actuación que según el GOB, infringe la normativa: «Estas instalaciones se solicitan sobre terrazas y bar de obra o instalaciones no desmontables que no disponen de la previa concesión, tal y como determina la normativa, por tanto no pueden ser objeto de otras autorizaciones». Por ello, piden que se les deniegue la solicitud.

Cabe destacar que no es la primera vez que el grupo ecologista alega esta petición, sino que ya lo hicieron en 2022, después de que el Estado enviara una carta a los propietarios donde se proponía denegar la terraza aunque no de cerrar la actividad del restaurante. Ello obligó a los propietarios a volver a solicitar la autorización, aunque con el traspaso de competencias todavía no han obtenido respuesta. «Me dieron 15 días para contestar su carta y ellos tardaron 15 años (desde el 2007 hasta el 2022) en responder nuestra petición para continuar con la concesión», explicó ayer el propietario, Jordi Oliver. «Además, ahora hace dos años que tampoco nos contestan», añadió indignado. Oliver asegura que el local «no tiene ningún impacto negativo en el medio ambiente» y destaca que «ofrecemos un servicio público porque mantenemos sin que sea nuestro la playa en condiciones».