En una nota de prensa, el Ajuntament de Inca ha informado que la corporación municipal y la Policía Local han intensificado, durante las últimas semanas, la vigilancia para controlar el vertido de residuos. Según ha explicado, el objetivo de esta actuación es erradicar las malas prácticas, continuar luchando contra el turismo de basuras y, a la vez, conseguir que se cumplan las ordenanzas.
«Todos los inqueros han hecho un esfuerzo muy grande para adaptarse al nuevo sistema de recogida y contribuir a mejorar las cifras de reciclaje en nuestra ciudad. Por lo tanto, las malas prácticas de unas pocas personas no tienen que ensuciar los buenos resultados que estamos consiguiendo», ha destacado el alcalde de Inca, Virgilio Moreno.
De este modo, durante los últimos diez días se han llevado a cabo controles en zonas especialmente conflictivas de la capital del Raiguer donde hay ubicadas baterías de contenedores, entre otros en la calle Tomir, Benhavet, Mandrava o avenida Jaume I. En total se levantaron 41 actas, denunciando 54 infracciones en las Ordenanzas Municipales y la Ley de Residuos 8/2009. Así pues, más del 30 por ciento de las denuncias interpuestas son por depositar residuos en contenedores ajenos al término municipal propio.
«Durante los últimos años, hemos hecho un esfuerzo para intentar acabar con esta práctica ilegal. Son muchas las personas que vienen a Inca a echar sus residuos y llenan nuestros contenedores, causando un perjuicio a los propios inqueros. No es justo, por lo tanto, que nosotros tengamos que pagar su incivismo», ha señalado por su parte la regidora de Servicios, María de Carmen Oses. El resto de infracciones son por no separar las fracciones de residuos para poder realizar la recogida selectiva, echar los residuos fuera de los horarios permitidos o depositar residuos voluminosos a la vía pública sin autorización.
Las sanciones por incumplir la ordenanza de residuos ascienden hasta los 300 euros, en el caso de las infracciones leves. En el caso de infracciones graves las multas pueden llegar a los 3.000 euros y a los 10.000 euros si son muy graves.
3 comentarios
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Totalmente de acuerdo que hay gente o vecinos incívicos y guarros. Pero también ayudaría si hubiese contenedores en los pueblos de alrededor,que no los hay.
Inca sucia, fea y peligrosa.
Y el otro 70% a los vecinos incivicos y guarros