El abandono de solares en las zonas urbanas del municipio, bien sea Sant Llorenç como Son Carrió o los núcleos de la costa, implica dar una mala imagen y puede suponer también un problema de salubridad para los vecinos o incluso riesgo de incendios. | Assumpta Bassa

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Mano firme contra los solares abandonados en el municipio de Sant Llorenç. El Ajuntament recuerda a los ciudadanos la obligatoriedad de cumplir con la ordenanza municipal sobre limpieza y mantenimiento de los solares urbanos, una normativa aprobada en 2007 y que ahora el nuevo equipo de gobierno quiere que se cumpla. Por ello, da un plazo estimado de cuatro meses (hasta finales de otoño) a los propietarios de solares que presenten algún tipo de abandono para que los acondicione. Ello significa limpiar de malezas y también garantizar que estén vallados.

En caso que no se cumpla, el Ajuntament de Sant Llorenç prevé poder actuar de forma subsidiaria y proceder ellos al mantenimiento, pasando después la factura correspondiente a la propiedad.

La ordenanza municipal de marzo de 2007 deja claro que los propietarios «deberán mantener libres de residuos, basuras, y con las debidas condiciones de higiene y salubridad» tanto solares como terrenos y, en todo caso, deberán estar cerrados perimetralmente. Además, recuerda que es potestad del ayuntamiento realizar inspecciones y, en caso que no se cumplan, pueden actuar de forma subsidiaria tanto en solares de propiedades públicas como privadas.

También establece que si se incumple con la ordenanza, los propietarios se pueden enfrentar a sanciones económicas que oscilan entre los 750 y los 1.500 euros. Además, claro está, de pagar los trabajos que haya realizado el propio ayuntamiento en caso de actuar de manera subsidiaria.

En este sentido, el regidor de Medi Ambient i Turisme, Joan Mestre, destaca la importancia de «mantener el entorno de nuestro municipio, tanto por la imagen que ofrecemos como también para garantizar la seguridad ya que un solar descuidado puede ocasionar problemas de salubridad, incendios o acumulación de vegetación», explica. Es por ello, que Mestre recuerda la importancia de la normativa municipal que establece la obligatoriedad de vallar todas las fincas o solares urbanos. «Nuestra intención no es multar a ningún propietario, pero recordamos que deben enmendar las deficiencias que haya», explica ante la apuesta del actual equipo de gobierno por aplicar de manera efectiva una ordenanza dictada nada menos que hace 17 años.

El Ajuntament estima que en la actualidad hay unos 60 solares urbanos en mal estado lo que supondría un 1,2 % del total todo el municipio.