Hasta ahora, a pesar de las piedras, estacionaban de cualquier manera. | R.P.F.

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Una barrera de piedras de grandes dimensiones ya cierra el paso a los vehículos a la zona protegida de s’Algar de Portocolom (declarada Àrea Natural d’Especial Interès, ANEI) dando respuesta a una demanda histórica.

Este lunes, a primera hora de la mañana, las máquinas y los operarios colocaron las piedras y alrededor de las 10 horas la fisonomía habitual de los últimos veranos con la zona virgen repleta de vehículos y principalmente de caravanas estacionadas cambió por completo, dando paso a una imagen idílica, más bien de un día de invierno.

Los bañistas, la mayoría habituales de la zona, celebraban la medida adoptada por el Ajuntament de Felanitx con la nueva ordenanza municipal que regula la circulación de los vehículos por determinados caminos rurales, como el de s’Algar. Si bien se puede circular por el camino para poder acompañar a la gente o descargar utensilios, una vez llegados a la barrera de piedras, los coches tienen que dar media vuelta y regresar al puerto para aparcar.   

S’Algar, este lunes por la mañana sin coches ni caravanas presentaba un aspecto idílico, impensable en agosto.

Con esta actuación se cumple    una vieja reivindicación que desde hace años reclamaban vecinos y colectivos como Salvem Portocolom. Aunque esta entidad y algunos partidos políticos, como el Bloc per Felanitx, pedían ir más lejos y también prohibir el paso por todo el camino, el equipo de gobierno municipal (PP-PI) ha optado por dar un primer paso y cerrar sólo el acceso a s’Algar. «Si no va bien el sistema, de cara al próximo año o más adelante, siempre se puede modificar la ordenanza», según informaron fuentes municipales. De esta manera y según la normativa en vigor en el camino no se podrá aparcar ni podrán circular vehículos tipo bugguies, quads o todoterrenos 4x4.   

Caminos rurales

Aunque la zona más llamativa es la de s’Algar, la ordenanza municipal también regula y prohíbe la circulación y estacionamiento por diferentes caminos rurales del municipio para evitar, principalmente, las excursiones con los ya famosos buggies. La mayoría de caminos transcurren por zonas protegidas ANEI y son de tierra. El paso de estos vehículos,    daña todo el entorno.