Insostenible. El Desvío es la principal ruta de entrada por el túnel y su situación diaria es actualmente insostenible, ya que de facto funciona como una travesía urbana, con peatones y coches aparcados que se suman a los miles de vehículos, pero donde la Policía Local, hasta ahora, no ha podido actuar.

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Un acuerdo entre el Consell y el Ajuntament de Sóller convertirá en breve la carretera del Desvío –el tramo de la MA-11 entre Palma y el Port de Sóller a su paso por la población– en una travesía urbana, con competencias municipales sobre el tráfico rodado.

Según ha explicado el concejal de Movilidad, Josep Porcel, esta modificación de la clasificación de la carretera, en el tramo comprendido entre Can Repic y el cruce de l’Horta, se hará sin esperar a que se ejecute el proyecto de reforma integral que el departamento de Carreteras prevé llevar a cabo a finales del año 2025 y que también incluirá la creación de un vial cívico en uno de sus lados para facilitar el tránsito de peatones. Se trata de una inversión de más de 5 millones de euros.

Sin embargo, la transformación del Desvío en travesía urbana ya permitirá al Ajuntament, desde este momento, poner fin al caos diario que actualmente existe en este tramo de la carretera, principal punto de saturación. La intención es empezar a hacerlo este mismo verano, prohibiendo el aparcamiento, de forma progresiva, a medida que los nuevos parkings que se están habilitando en la zona estén disponibles. Se espera que la presencia policial municipal, que ahora no tiene competencias en la MA-11, pueda servir para controlar las continuas infracciones derivadas de la saturación circulatoria que sufre esta vía, sobre todo los intentos de aparcar maniobrando en la carretera, que es la principal entrada en el Valle y la Serra a través del túnel de Sóller.

Porcel calcula que los aparcamientos que se están construyendo puedan acoger el próximo verano el mismo número de vehículos que ahora estacionan en los arcenes de forma irregular. Aunque la travesía urbana sí que permitiría mantener estos aparcamientos en los arcenes de forma más ordenada, esta no es la intención municipal. La idea es obligar a los vehículos visitantes a utilizar estos parkings, que además serán de pago.

Radar

El primer párking, en Can Tinet, se prevé abrir a finales de agosto. Una vez que el Consell haya señalizado la nueva categoría viaria, el Ajuntament colocará pilones en unos de los tramos para que no se pueda estacionar, conduciendo a los vehículos hasta este parking. Cuando no haya saturación, la Policía Local también podrá hacer uso del radar y denunciar a los que superen los 50 km/h velocidad máxima permitida en estas vías.