Los Cavallets llevaron a cabo su primer baile en la plaza de España. | Emilio Queirolo

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Llucmajor puso este domingo punto y final a sus fiestas y lo hizo con la ofrenda floral a Santa Càndida, patrona del municipio. Tradición y color llenaron de vida la localidad.

La celebración se inició alrededor de las 19.00 horas en la plaza de Sant Bonaventura, donde se concentraron los participantes y las diferentes asociaciones que este año fueron: Xeremiers de sa Marina, Cavallets Cotoners, Geganters de Llucmajor, Banda de Música de Llucmajor y las agrupaciones Aires des Pla Llucmajorer, Calabruix y Dit i Fet, que salieron en comitiva portando la imagen de Santa Càndida hacia la parroquia de Sant Miquel por las diferentes calles del pueblo.

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Al llegar a la plaza de España, donde numeroso público esperaba, los Cavallets Cotoners llevaron a cabo su primer baile: Cavallet i Dama. Este año, los niños y niñas que integran los Cavallets Cotoners son: Andrea Molera Puig, Lucía González Macías, Álex Palva Romero, Claudia Seguí Pons, Aleix Rubio Jaume,Adela Verger Puigserver y como damas Theia Singala del Río y Marina Marí Sabater.

Terminado el baile, muy aplaudido por el público asistente, la comitiva llegó a la parroquia de Sant Miquel donde después de la ofrenda floral se inició la eucaristía en honor a Santa Càndida presidida este año por Mn. Bartomeu Villalonga Moyà, párroco de Santanyí. En la misa, y como ya es tradición, se llevó a cabo la procesión de ofrendas en el altar así como el esperado el Ball de l’Oferta de los Cavallets Cotoners y el baile de boleros delante del altar de la iglesia de las diferentes agrupaciones, ambos actos muy aplaudidos por los asistentes. Alrededor de las 20.30 horas en la plaza de España los Cavallets Cotoners volvieron a bailar la Dansa número 1 y Sa Nina. A continuación acompañados de los Xeremiers de sa Marina, las diferentes agrupaciones folclóricas de Llucmajor llevaron a cabo sus actuaciones finalizando la celebración.