Una tradición muy querida. Los Cossiers y sus danzas se perdieron durante décadas, hasta que fueron recuperados en 1992. Hoy están plenamente consolidados y son muy admirados. | Lola Olmo

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Los vecinos de Alaró salieron este viernes a la calle para festejar Sant Roc, cuyos protagonistas son, sin duda, los Cossiers, con sus coloridos trajes y sus danzas ancestrales. El día del patrón es la segunda y última oportunidad del año para verlos danzar por las calles, y el público los acompañó con orgullo. Por la mañana, los Cossiers fueron encarnados por los hermanos Miki y Rafel Ramos, Jaume López, Àngela Maria Amengual, Neus Bennàssar y Maria Chang, mientras que Biel Lozano encarnó a la dama, Jaume Borràs al dimoni y Lluís Cañellas tocó las melodías que los acompañan como flabioler.

Una ligera llovizna, restos de la DANA que obligó a aplazar hasta esta tarde el desfile de carrozas, hizo su aparición poco antes de las diez, cuando los Cossiers d'Alaró hicieron su salida desde el Ajuntament, pero no impidió que bailaran en cada esquina del itinerario previsto hasta llegar a la Avinguda Constitució a la una para dar paso a las carreres de joies.

Aplaudidos, acompañados y muy queridos, los Cossiers interpretaron La gentil en quadrat, una versión de uno de sus bailes más populares; Es Bergançó, el Ball Nou y s'Embull, mientras en muchas calles les recibían con las fachadas engalanadas con cañas verdes.

Engalanados con sus vistosos vestidos, apenas tuvieron un descanso para comer y reposar un poco, porque el día de Sant Roc los Cossiers también están llamados a acompañar a la comitiva de autoridades hasta la iglesia para el oficio religioso. Este año, con la presidenta del Govern, Margalida Prohens, como invitada de honor, acompañada por el conseller de Agricultura, Joan Simonet, y el alcalde, Llorenç Perelló.

Por la tarde, hubo algunos cambios, pues el flabioler pasó a ser Simó Reynés y Xisca Rosselló, la dama. En la iglesia interpretaron L'Ofrena y a la salida, deleitaron una vez más al público bailando en las esquinas señaladas durante la procesión de Sant Roc. De regreso a la Plaça de la Vila y con una gran expectación, ofrecieron el último ball del año, hasta la Festa de la Mare de Déu de Maig de 2025, cuando reaparecerán en Los Damunts.