Las parcelas afectadas suman un total de 119.330 metros cuadrados

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La empresa Libienergy Andromeda SL, con sede en Albacete, ha presentado un proyecto para la construcción de un parque solar de gran envergadura en Santa Margalida, a 1,2 kilómetros del Parque Natural de s’Albufera. El proyecto contempla la instalación de 9.000 placas solares en dos parcelas cercanas al Camí de Santa Eulària, que suman un total de 119.330 metros cuadrados, de los cuales 73.800 serán ocupados por la infraestructura, lo que equivale a aproximadamente 4,5 campos de fútbol.

En la zona prevista para el nuevo parque solar ya existen otros dos parques de similares características, y en el municipio se cuentan al menos tres adicionales. Según la documentación presentada, las parcelas afectadas están calificadas como suelo rústico común.

Actualmente, las fincas están ocupadas por una plantación de almendros que, debido a su longevidad, se encuentra en estado de abandono y sin productividad. También se han identificado algunos algarrobos en buen estado en las parcelas.

Aunque aún se deben concretar con el propietario, el proyecto incluye la implementación de medidas complementarias y compensatorias, que incluyen el mantenimiento de ganado y el cultivo de algarrobos y forrajes en una parte de las parcelas. La línea de evacuación de la energía generada, de media tensión, se extenderá por un recorrido de poco más de dos kilómetros y compartirá parte de su trazado con una de las líneas de los parques solares ya existentes en la zona.

En cuanto al impacto ambiental del proyecto, un estudio proporcionado por la empresa promotora destaca que «no se anticipan impactos ambientales severos o críticos». Más concretamente, respecto de la flora, se indica que no se encuentra presencia potencial de flora protegida en la zona de implantación, mientras que de la fauna tampoco. Sin embargo, cerca de la parcela afectada sí que se identifica la presencia de especies amenazadas. Se trata de once especies que residen en la zona, entre ellas aves como la Ànnera Blanca, el Gall Faver o el Becvermell.

Respecto del impacto paisajístico se prevé la construcción de una barrera vegetal de tres metros de alto que impedirá la visibilidad del parque. «Se concluye que el impacto paisajístico asociado es compatible con la calidad del paisaje de la zona siempre y cuando sean ejecutadas las medidas propuestas», se desprende del estudio paisajístico.