El servicio de autobús entre Calvià y la UIB contaba con 54 usuarios, lo que suponía 31 euros de gasto por usuario al día. | Pere Bota

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El Ajuntament de Calvià dejará de costear el servicio de bus entre el municipio y el campus de la UIB en la carretera de Valldemossa. El servicio de transporte, iniciado por el anterior equipo de gobierno, costaba a las arcas municipales 126.000 euros, lo que el actual equipo de gobierno califica de «despilfarro» ya que solo contaba con 54 usuarios registrados, lo que suponía que de media cada trayecto tenía un coste de 31 euros por viaje y persona.

Desde el consistorio calvianer explicaron ayer que las bajas cifras de usuarios que utilizaban el servicio ha obligado al actual equipo municipal (PP-Vox) a «replantear un servicio presentado por un adjudicatario que venía costando más de 100.000 euros anuales». Por contra, añaden que el servicio de bus del TIB garantiza la conectividad de los estudiantes universitarios desde Calvià con el campus de la UIB y que el bus público es ahora mismo gratuito.

Recalcan que el servicio de bus que se instauró hace cuatro años registró ratios de ocupación muy bajas con cuatro trayectos diarios (ida y vuelta por la mañana y otro por la tarde). Los usuarios pagan 1,5 euros por trayecto o 24 euros por un bono de 40 viajes. «El resultado es que, por ejemplo, el 70 % de los trayectos de vuelta por la tarde registraban una ocupación de entre 0 y 1 persona», recalcaron ayer a este periódico.

Argumentan que la decisión de eliminar el servicio al considerarlo deficitario se debe también a que supone un gasto desorbitado por la repercusión que tenía entre la ciudadanía. De los 54 usuarios únicos registrados, buena parte de ellos no utilizó nunca el bus o lo hizo de manera esporádica. «Todos los meses, más del 40 por ciento de los trayectos solo transportaban entre 0 y 5 pasajeros».

Así, aseguran que durante el mes de enero de este año el 40 por ciento de los trayectos se hizo con 0 pasajeros a bordo, y el 57 % era entre 1 y 5 personas dentro del autobús. «A penas el 3 % de los viajes tuvo entre 6 y 10 pasajeros y en ningún caso superó las 10 personas», ejemplifican para argumentar la decisión de eliminar este servicio. Enfatizan también que el coste real se había disparado a los 31 euros por trayecto y usuario, al tener tan poca afluencia.