Una explotación de gallinas ponedoras. | Wolfgang Ehrecke

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El grupo ecologista GOB ha anunciado alegaciones oponiéndose al proyecto de una granja avícola para más de 730.000 gallinas en Sineu, que considera propio de un modelo de producción intensivo que es inadecuado y que no se adapta a la realidad territorial de Baleares ni a la situación climática. La entidad se ha comprometido además a promover «las movilizaciones que hagan falta hasta garantizar que este proyecto no salga adelante, ni en Sineu ni en ninguna parte», ha advertido en un comunicado que aboga por «un futuro agroecológico».

El GOB advierte de que instalar una granja para más de 730.000 gallinas provocaría emisiones de amoniaco y CO2 e implica un alto riesgo de filtraciones y contaminación de nitratos y otras sustancias químicas sobre una acuífero que actualmente ya se encuentra en situación de vulnerabilidad extrema por contaminación y nitratos.

Habilitar más de 70.000 metros cuadrados de instalaciones y edificaciones sobre el suelo rústico, exige una exhoneración agraria de los parámetros urbanísticos, alerta el GOB, que recalca que los polémicos antecedentes de la explotación por parte de la misma empresa en Llucmajor, con una producción 5 veces menor a la que proyecta en Sineu, «ponen en evidencia la inviabilidad de un proyecto de estas dimensiones en cualquier lugar de Mallorca».

La avícola Son Perot tiene granjas de producción de huevos en Manacor, Mirabó con 40.000 gallinas, y Es Caparó con 180.000 y ahora proyecta esta de Sineu con 739.400 gallinas que prevé que vaya sustituyendo la que tiene previsto cerrar paulatinamente en Ses Cisternes de Llucmajor, que llegó a tener casi 136.000 gallinas. El GOB ha recordado que la granja de Llucmajor provocó conflictos vecinales por mal olor e insectos y en 2023 fue sancionada por el Govern por operar sin contar con la obligatoria Evaluación Ambiental Integrada y en más de 9.300 m² de edificaciones ilegales.

El GOB tilda de «insostenibles» las cifras del proyecto de Sineu: 739.400 gallinas divididas en 10 naves, que producirán 13 millones de docenas de huevos al año, más otras 260.000 docenas de huevo líquido, 15.000 gallinas anuales y 25.500 huevos rotos para incinerar. Rechaza el sistema de las macrogranjas al ser un sistema intensivo, gran consumidor de recursos (agua, electricidad, territorio) y con un grave impacto ecológico y ambiental y paisajístico y cruel con los animales y aboga, en las islas, por la producción extensiva, en equilibrio con otras actividades primarias.

El GOB registrará esta semana las alegaciones que se sumarán a las presentadas por otras entidades ecologistas y vecinales. Los argumentos son el elevado consumo de agua (de 61.000 Tn/año) en una zona, el Pla de Mallorca, que ya sufre una situación grave de falta de disponibilidad y calidad del recurso, con cortes de agua en Petra, restricciones en Ariany, Lloret y Costitx; y la contaminación por nitratos y otros químicos provenientes de las heces que supone.

Detallan que la macrogranja de Sineu afecta a la masa de agua 1811M2 de Llubí que es vulnerable por nitratos y de alta vulnerabilidad por contaminación de acuíferos. El GOB añade que una macrogranja puede afectar a la salud pública por el hacinamiento y proximidad entre los animales, contaminación del aire, el suelo y el agua, polvo y olores. Afectaría a 70.789,98 m² de suelo agrario, con naves, caminos asfaltados, centro de clasificación y estercolero, sentando «un delicado precedente» que puede abrir el camino a consolidar una tendencia de producción intensiva en el sector primario en perjuicio de la pequeñas explotaciones.