La mayoría de estas denuncias, en concreto veintiséis, fueron por realizar botellón en la calle. Del resto, seis se interpusieron por orinar en la calle y las otras tres por faltar el respeto a la autoridad. Los dos cuerpos de seguridad en colaboración realizaron hasta 700 controles de alcohol y drogas durante el día de Sant Agustí.
Desde el equipo de gobierno municipal celebran esta cifra que atribuyen en parte a las medidas tomadas por el consistorio para reducir las incidencias como finalizar la fiesta de este día a la una de la madrugada o facilitar pulseras identificativas para poder ejercer un mayor control de la entrada de menores de edad.
La alcaldesa de la localidad, Catalina Soler, agradeció el trabajo de los cuerpos de seguridad y también de los «felanitxers que han participado de los actos festivos».
Cabe recordar que el año pasado se vivieron escenas de peligro cuando una multitud de jóvenes intentó colarse en la verbena saltando las vallas del recinto y poniendo en jaque la seguridad del evento.
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