El jueves se hizo una visita oficial a la fábrica.

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La Plataforma Reviure Tofla denuncia que las aguas tratadas por electrolisis en la recién estrenada planta de hidrógeno de Lloseta se vertirán sin control a la red de agua pública o al torrente. Un hecho que según la plataforma supondrá «colapsar la depuradora o, en el caso que se viertan en el torrente, podrá contaminar los acuíferos de la comarca».

En este sentido, la plataforma considera que la clase política intenta «maquillar o esconder» detalles importantes sobe el funcionamiento de la planta como consumo de agua, el vertido de las residuales, el consumo energético, el transporte con camiones, o su inyección en la red de gas, entre otras.

Así, señalan que el hecho de que el hidrógeno se transporte en camiones puede suponer riesgos de contaminación. «No se ha hecho ningún análisis sobre el posible impacto en la red viaria y en la circulación, así como de la contaminación de CO₂ generada por estos camiones de gasóleo y su funcionamiento», argumentan desde Reviure Tofla.

Por otra parte, la plataforma afirma que «la clase política engaña a la ciudadanía con este proyecto, que supone convertir Mallorca en un banco de pruebas energéticas con millones de fondos europeos públicos».

En este aspecto cuestionan que en el tiempo que ha estado parada la planta no se haya proyectado ninguna otra. «Resulta curioso que en un tema tan estratégico y después de estar parada todo este tiempo nadie nos haya adelantado y se vuelva vender que somos los primeros del Estado», sentencian.

Por último, dudan de que la producción de hidrógeno de Lloseta sea energía verde ya que «la energía utilizada para generar el hidrógeno proviene de una conexión industrial en la red eléctrica común».