Desde México al corazón de Mallorca

Justo a la entrada del convento da la bienvenida una pequeña bandera de México y en el corral no falta una maceta con pimientos chile. Las hermanas Franciscanas de Nuestra Señora del Refugio: Leticia del Carmen Torres Velueta, Francisca Chandoquí López y Alexa Citlaly Gómez son las nuevas religiosas que han establecido esta congregación en Mallorca, la primera en España.

Su día a día transcurre con total normalidad, como unos vecinas más. Les gusta tocar la guitarra, bailar y el basquet. Se levantan bien pronto por la mañana, dedican un tiempo a la oración comunitaria y a momentos de estudio. Luego realizan las visitas a los enfermos, les llevan la comunión y por la tarde participan en la eucaristía y ayudan en todo lo que pueden a la parroquia.

Han probado el arròs brut, la ensaïmada y toda clase de coques, dulces y saladas. Una de las cosas que más les atrae es poder aprender el mallorquín. «Antes de venir nos informamos sobre Mallorca y lo que nos llamó la atención es la posibilidad de aprender este idioma». De hecho ya han aprendido algunas palabras. Se muestran muy agradecidas de como han sido recibidas. «La gente ha sido muy acogedora, muy generosa». Sirven en Petra pero también se desplazan hasta Manacor y Portocristo. «Queremos hablar de Dios a todas las personas y también queremos escuchar, estar cerca de la gente, acompañarla».

Las Religiosas Franciscanas Nuestra Señora del Refugio se fundaron el 7 de mayo de 1897, en México. En la actualidad hay cerca de 250 religiosas que realizan diferentes apostolados, dedicados a la mujer, a la educación, entre otros. Están imbuidas por el espíritu franciscano. «Nos mueve el amor a la vida». Respondieron a la llamada con mucha ilusión. «En España no teníamos ninguna casa. Venimos aquí gracias a la mediación de los franciscanos de Petra».

Lo tienen muy claro: «Aquí en Petra vamos a tener las puertas abiertas a todo el mundo, invitamos a la gente que se acerque, que comparta con nosotros su fe, sus inquietudes, sus preocupaciones». A principios de septiembre el Obispo presidió una misa de acción de gracias y de bienvenida. «Esta es la casa de todos».