Montuïri, uno de los pueblos más afectados por la sequía. | Sergi Boixader Aurea Nature

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Los domicilios particulares del Pla deberán reducir como mínimo un 15 % el consumo de agua en sus hogares. Esta medida responde a la situación de alerta por sequía en la que se encuentra la comarca después de que las reservas hídricas de la zona bajaran a niveles inferiores al 30 %. Esta cifra será aún mayor en las viviendas con pozo propio, que deberán disminuir el consumo hasta en un 20 %.

«La declaración de alerta supone un riesgo importante de cara a la disponibilidad de este recurso en los próximos meses. El aumento de la población, que consecuentemente supone un incremento del consumo de agua, y la falta de lluvias hace que a día de hoy sea difícil saber cuando se recuperaran los caudales lo que provoca que no haya estabilización de los acuíferos», explican desde la Mancomunitat.

Ante este hecho, desde la entidad política ya se han puesto en marcha los dos planes especiales sobre gestión de agua de los cuales dispone la Manacomunidad. En estos documentos se determinan las medidas a seguir en una situación de urgencia como la actual. Además, desde los ayuntamientos afectados se emitirán bandos informando de las nuevas recomendaciones a aplicar.

Además de la reducción del consumo en viviendas particulares también se prohíbe el uso de agua en duchas exteriores, jardines y piscina en viviendas vacacionales o establecimientos turísticos, llenar piscinas, o la limpieza de vehículos con agua potable, entre otras. Además, los propietarios de establecimientos o viviendas turísticas deberán fomentar campañas informativas y de divulgación de buenas prácticas y ahorro de agua entre sus clientes, cómo ya se venía haciendo desde hace unos meses.

Desde la Mancomuniat instan a hacer solo los usos de agua «imprescindibles» para poder garantizar el suministro. De hecho, no se descarta restringir el suministro o establecer nuevas limitaciones de consumo en caso de que no se respeten estas medidas.

«Si entramos en situación de emergencia, se cortará el suministro de agua, en un primer momento, a las propiedades situadas en suelo rústico y de forma inmediata», concluyen.

Cabe recordar que en julio de este año ya se limitó el consumo doméstico de agua en la comarca a 150 litros por habitante y día y se redujo la presión de la red en todos aquellos municipios donde la orografía lo permite dado que el Pla estaba entonces en situación de prealerta.