Uno de los expositores de la Fira Dolça d'Esporles. | Emilio Queirolo

TW
0

La feria más dulce de Malorca se celebra en Esporles. El municipio de la Serra volvió a convertirse este domingo en un paraíso para los más golosos en la 18 edición de su fira más característica, la Fira Dolça. Ensaimadas, crespells, cocas, helados y, por supuesto, chocolate fueron algunas de las propuestas que deleitaron a los miles de visitantes. El Passeig del pueblo congregó la esencia de esta feria, y hornos y pastelerías sacaron lo mejor de su repostería.

Sin embargo, acompañados por el buen tiempo, aquellos que decidieron visitar la localidad disfrutaron no sólo de propuestas gastronómicas y dulces sino también de una amplia muestra de artesanía y productos locales. En total, 195 puestos repartidas por las principales calles del pueblo.

Todo además, amenizado y acompañado con música, actividades culturales como la trobada de brodadores o una ballada popular, talleres infantiles o incluso actuaciones circenses. Sin olvidar, la decoración de las calles y edificios emblemáticos que lució para la ocasión con las obras que usuarios del Centre de Dia y la escuela preparan con mimo para este día tan especial.

Eq061020224001-14.jpg

Los actos empezaron sobre las 9.30 horas, aunque no fue hasta una hora después que la muestra dio oficialmente el pistoletazo de salida al ritmo de los Xeremiers, la Banda Lina Esporlerina y la batucada Batukadell. También les acompañaron los Gegantons y la Rondalla Maristel·la, la agrupación de ball de bot local.

Durante la mañana también se llevaron a cabo demostraciones de cocina. La primera, de postre sin gluten, corrió a cargo de Laura Albertí y Maria Xumet. Juan Antonio Fernández y Rebeca Carlota Giménez también mostraron en directo sus dotes en la cocina.

Eq061020224001-09.jpg

Novedad

Este año los esporlerins empezaron a saborear su Fira Dolça algo antes de lo habitual. Por primera vez la noche anterior se celebró la ‘Dolça Nit de l’Art’, un evento en el que arte, vino, dulces y música se combinaron para convertirse en el aperitivo ideal de la gran celebración de este domingo. La Fira Dolça volvió a ser un éxito de participación tanto que los accesos llegaron a atascarse en las horas punta-, lo que demuestra que esta feria tiene aún mucho recorrido por delante.