En agosto de 2022 un centenar de vecinos se concentró para protestar por los malos olores ocasionados por la granja. | J.S.

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La Conselleria d’Agricultura, Pesca i Medi Natural llevará ante la fiscalía de las Illes Balears la situación en que se encuentra una granja de gallinas en el municipio de Llucmajor, perteneciente al grupo empresarial Avícola Son Perot.

Si bien no ha trascendido el fondo de la denuncia presentada por el Govern, la Conselleria d’Agricultura sí que ha confirmado que a consecuencia de las denuncias formuladas por parte de vecinos de Llucmajor debido a la presencia de moscas en la zona, relacionadas precisamente con la explotación avícola, los técnicos del departamento d’Agricultura del Govern realizaron controles e inspecciones para «comprobar los hechos denunciados y delimitar el origen de las causas que provocan estas molestias».

Así lo destaca el conseller d’Agricultura, Joan Simonet, ante una pregunta escrita de la diputada socialista Malena Riudavents para conocer las actuaciones que había llevado a cabo el Govern ante las denuncias de los vecinos en Llucmajor.

En su respuesta, Simonet explica que el año pasado, a consecuencia de la situación en la explotación ganadera, se inició un expediente sancionador. Mientras que, por lo se refiere a este 2024, una vez realizadas las inspecciones de los técnicos de la Conselleria, se ha incoado un expediente sancionador al titular de la explotación ganadera y, además, se ha dictado una resolución en la que cual se han ordenado medidas cautelares. Desde la Conselleria d’Agricultura no quisieron ayer desvelar en que consisten dichas medidas. En paralelo, la Conselleria ha dado traslado de los hechos a la Fiscalía de Balears.

Cabe recordar que en abril de 2023 la Conselleria de Transició Energètica, Sectors Productius i Memòria Democràtica, inició una investigación tras las denuncias vecinales por malos olores que atribuyen a la dicha granja avícola, ubicada en la finca de s’Allapassa, en Llucmajor. En su momento, la Conselleria confirmó que la granja no contaba con la autorización ambiental integrada, una tramitación que la empresa podía subsanar en el periodo de alegaciones.

Los vecinos de Urbanizaciones denunciaron que este problema se acentúa con la llegada de las altas temperaturas después de varios días volviendo a sufrir unos olores «insoportables» que llegan a entorpecer la vida cotidiana de los residentes.