La nueva infraestructura es una reivindicación histórica del municipio. Hace más de una década que de forma conjunta, comunidad educativa, familias y Ajuntament exigían la apertura del nuevo centro después que de que las instalaciones del Ceip Veny i Clar, el otro colegio de la localidad, hubiera quedado pequeño ante el crecimiento de población. De hecho, los primeros barracones para hacer frente al crecimiento de estudiantes llegó a Campos en 2008.
«Desde hace demasiados años, Campos ha sido un municipio abandonado por el Govern, por lo que ya es hora de acabar con las injusticias», aseguró Marga Prohens durante su discurso. En este sentido, la presidenta hizo hincapié en la importancia de disponer de buenas instalaciones educativas «para poder estar al nivel que nuestros estudiantes merecen».
La alcaldesa de la localidad, Xisca Porquer, agradeció también el trabajo «incansable» de familias, comunidad educativa y del propio Ajuntament para lograr este reto. «Estamos de enhorabuena, gracias por hacer que seamos un municipio de primera y no de segunda, como hasta ahora», remarcó Porquer.
Por su parte, desde la Asociación de Familias también celebraron esta apertura. Su presidenta, Esther Ortiz-Guijón, aseguró que «son unos días históricos para Campos, pues hay alumnos que se matricularon a esta escuela y no han visto el edificio acabado». El director del nuevo centro, Tomeu Font, también celebró la apertura y aseguró que «hemos trabajado a contrarreloj para poder tenerlo a punto». Font ha sido director de ambos centros antes de pasar al Ceip Nou.
El nuevo Ceip tiene una capacidad para 450 alumnos y ha tenido un coste total de 6,1 millones de euros. Las obras se iniciaron en diciembre de 2022. El edificio cuenta con una planta baja destinada a administración, comedor y patios, un bloque principal con tres alturas donde se ubican las diferentes aulas y una sala gimnasio independiente. En total hay 6 aulas de infantil, 12 de primaria y 1 aula UEECO. Este año solo cuenta con alumnos hasta quinto de primaria aunque el año que viene ya operará al completo.
Durante todos estos años el Ceip Veny i Clar ha tenido que albergado a los alumnos de ambos centros, lo que ha supuesto que se tuvieran que adaptar hasta 10 barracones para poder dar respuesta a la demanda. «Aunque los alumnos se adaptan a todo, no todas las condiciones son buenas para trabajar», sentenció Font.
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