El ferreret o sapillo balear es considerada una de las ranas más pequeñas del mundo. Su hábitat natural es la Serra de Tramuntana.

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El canto del ferreret (Alytes muletensis) vuelve a casa. Un centenar de ejemplares de esta especie endémica de Mallorca, única en el mundo, fueron liberados esta semana en la Serra de Tramuntana, después de ser criados en el Zoo de Barcelona, en el marco del programa de conservación de esta variedad en peligro de extinción. También conocido como sapillo balear es considerado uno de los fósiles vivientes más importantes de Europa, ya que todavía mantiene su población.

Este pequeño anfibio anuro pertenece a la familia Alytidae endémico de las Baleares, concretamente de la isla de Mallorca. Hoy en día ya no está presente en el resto de las Baleares; en Menorca sólo se han encontrado restos óseos, pues allí se extinguió tras le llegada de los romanos, que introdujeron depredadores que lo exterminaron. Se trata de una especie endémica catalogada en peligro de extinción que, de manera natural, solo vive en los 'goigs' de los torrentes de la Serra de Tramuntana. Fue descubierto como fósil en 1977 y redescubierto vivo en 1980, desde entonces todos los esfuerzos se puesto en su recuperación.

Y es que el ferreret es tan especial, que es considerado una de las ranas más pequeñas del mundo, apenas llega a los cuatro centímetros de longitud y a los tres o cuatro gramos de peso, similar al peso de un grano de arroz, y tiene varias peculiaridades, fruto de su aislamiento, que lo distinguen del resto de ranas de su especie. Tiene un color cambiante, normalmente marrón claro, ocre hasta verdoso, siempre con manchas irregulares oscuras muy variables en cuanto a forma y distribución. Las extremidades son largas, adaptadas para trepar entre las grietas inaccesibles de las Serra de Tramuntana. Los ojos son grandes, indicando sus costumbres crepusculares y nocturnas.

Un centenar de ejemplares de sapillo balear han sido liberados en la Serra de Tramuntana.

Otra de sus peculiaridades que lo convierten en un ser único que es el macho transporta mediante un cordón en las patas posteriores los huevos entre los meses de mayo y junio, hasta que eclosionan. El plan de conservación del Govern de les Illes Balears de este anfibio incluye el control de las poblaciones de uno de los depredadores que introdujeron los humanos en las islas: la culebra de agua.

Descrito antes por paleontólogos que por zoólogos, en el año 1977, se describió este anfibio mediante el estudio de unos restos óseos del Plioceno-Holoceno hallados en una cueva de Establiments y otros en la Muleta de Sóller. Por el hallazgo efectuado en esta última, en un primer momento se le denominó Baleaphryne muletensis.​ Aunque años antes ya se tenía conocimiento de un pequeño anfibio que habitaba la Serra, donde los payeses lo conocían como ferreret, puesto que su canto se asemejaba a los golpes de martillo de un herrero. Esto motivó su búsqueda dando como resultado unos ejemplares descritos para la ciencia que datan de 1980, momento hasta el cual se consideraban especie extinguida, y se localizaron en torrentes montañosos del norte de la Isla.

Al borde de la extinción

El sapillo balear es una especie que, por diversos motivos, siempre ha estado al borde de su extinción. El carácter endémico de la especie también la ha hecho muy vulnerable a los cambios en el entorno. Su mayor depredador es la serpiente de agua, probablemente introducida por los romanos hace 4.000 años, que arrinconó al ferreret hasta las esquinas más recónditas de la Serra de Tramuntana y estuvo al borde de la extinción. La segunda amenaza es la rana común, y la tercera el hongo quitridio.

El Govern de les Illes Balears tiene un programa de protección y recuperación del sapillo balear.

El zoo de Barcelona participa en diferentes programas de investigación, conservación y educación ambiental y tiene experiencia en la gestión de fauna silvestre amenazada. Ahora, gracias al convenido con el Govern balear, se colaborará en especies amenazadas como el ferreret, la lagartija de las Pitiusas (Podarcis pityusensis) o la lagartija balear (Podarcis lilfordi), así como otras especies protegidas. Además, la colaboración también se hace extensiva al desarrollo de proyectos de educación y sensibilización ambiental sobre la fauna silvestre protegida de las Islas Baleares. A

La necesidad de estas acciones de protección deriva de la actual situación desfavorable de algunas especies, y también de la aplicación de la normativa autonómica, estatal e internacional en esta materia. Por eso, la Conselleria d'Agricultura, Pesca i Medi Natural elabora planes de conservación y recuperación de especies silvestres amenazadas, en los cuales pueden incluirse actuaciones de conservación ex situ y programas de cría en centros especializados con fines de reintroducción o de reforzamiento poblacional en hábitats naturales.