Después que los trabajadores propusieran elevar a pleno el acuerdo firmado entre las partes en febrero de este año en el que se acordó que el Ajuntament se hiciera cargo del sobrecoste que supone adaptar el salario de los trabajadores al actual convenio colectivo, desde el Ajuntament confirmaron que la sesión plenaria del próximo lunes, 11 de noviembre incluirá dos puntos «de especial relevancia»; una propuesta de penalizaciones a la empresa FCC por los incumplimientos detectados en el actual contrato, y la exposición de la situación actual del servicio de recogida de residuos en el municipio, a cargo de la propia empresa. Así, la decisión de huelga se aplaza una nueva reunión el martes, 12 de noviembre. Cabe recordar que el contracto de basuras del municipio es anterior la aprobación del convenio colectivo.
El representante sindical de CCOO, Miguel Pardo, ha explicado después de tomar la decisión que este «es un problema político del cual los trabajadores no son culpables». En este sentido, apuntó que «algunos partidos censuran el acuerdo firmado en febrero cuando en otras localidades como Santa Margalida, Capdepera o la comarca del Raiguer se han llevado a cabo acuerdos similares». Además, Pardo reconoció que «la decisión ha sido difícil puesto que el ambiente es tenso y los trabajadores están desengañados» y ha añadido que «el que no lleguen a un acuerdo los partidos políticos del Ajuntament solo perjudicará a los ciudadanos», ante el pleno del próximo lunes.
Pese al aplazamiento de la huelga, la recogida de basuras en el municipio presenta desde hace semanas deficiencias importantes que han provocado que las calles del municipio lleven días repletas de basura, especialmente en s’Arenal y Llucmajor pueblo. La indignación de los vecinos es también cada vez mayor. «Hay gente que no puede ni entrar a sus casas, gente mayor, minusválidos, madres con carros y niños teniendo que rodear los contenedores de basuras por la calle», apuntaba un vecino de s’Arenal.
El desencadenante de esta situación se produjo hace dos semanas cuando la empresa comunicó a trabajadores y Ajuntament que dejaría de pagar el sobrecoste de los salarios a los trabajadores. El Ajuntament no ha aplicado el acuerdo firmado en febrero al no contar con informes técnicos favorables y después de que algunos partidos en la oposición mostraran su rechazo a éste.
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