Imagen de uno de los tramos del Torrente de Bunyola, paralelo a la carretera de Orient. | R.D.

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Los duros episodios de lluvias que ha vivido el municipio de Bunyola a lo largo de las últimas semanas han tenido un protagonista inesperado. El torrente que une varias vías a la altura de Can Penasso, inundado el pasado jueves ante el inesperado chaparrón que cayó a primera hora de la tarde, y que toma dirección Palma en ese punto, tiene una rama procedente del pueblo y que, en su origen, nos lleva hasta el Coll d'Honor, yendo de manera paralela a la carretera que une Bunyola con Orient y Alaró.

La falta de mantenimiento y limpieza de ese sistema del drenaje de agua que traza la carretera de Orient ha provocado que la misma rebose e inunde la vía y zonas próximas en diferentes tramos del paso del Torrente de Bunyola, aunque ha sido una vecina de la zona de Honor la que ha alzado la voz, trasladando al Ajuntament su denuncia por esa circunstancia, que ha brotado de manera especial con la DANA del pasado 1 de noviembre y las posteriores precipitaciones.

Los diferentes imbornales (bocas o agujeros por los que se vacía el agua de lluvia) que drenan el agua y recogen la que queda en las cunetas de la carretera Bunyola-Orient-Alaró, especialmente en sus primeros kilómetros al abandonar Bunyola, envían las precipitaciones al torrente, pero se encuentran en muchas ocasiones taponados y, en algunos casos, hasta ni pueden verse.

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Han sido los propios vecinos los que han tenido que limpiar y despejar los imbornales, con el fin de que el agua circule como estaba calculado por una infraestructura cuya construcción data de inicios del siglo XX (cerca de 1920). A ello se une el abandono del Torrent de Bunyola, que en algunas zonas carece de limpieza regular, por lo que el agua, las piedras, ramas y demás suciedad emerge y baja hacia el pueblo en ocasiones como las vividas estas semanas.

Los vecinos se muestra preocupados por esa falta de mantenimiento -el Ajuntament de Bunyola realizó recientemente una limpieza de varios tramos-, especialmente en esa zona de paso ya en la parte alta del cauce del torrente, y dejan claro que los particulares tienen prohibido limpiarlo, por lo que reclaman al Consistorio que tenga en cuenta este peligro ante momentos de alerta meteorológica que pueden llevar a situaciones de peligro como las vividas el pasado 1 de noviembre o hace una semana en el propio núcleo de Bunyola.

A la vez recuerdan que, si se limpian y mantienen los imbornales, la infraestructura drena a la perfección el agua, aunque el siguiente paso es que encuentre el cauce del torrente despejado y limpio, algo que ha quedado en cuestión tras el paso de la DANA que llegó desde Valencia el primer día de noviembre.