Los incendios en s'Albufera han quemado este otoño más de 170 hectáreas. | GOB

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Un vecino de sa Pobla ha presentado una denuncia en la Guardia Civil por la okupación de una caseta de la marjal poblera en la zona de Son Salat aprovechando los incendios que han asolado el Parc Natural de s’Albufera este otoño. Sospecha que tras los fuegos intencionados puede estar el móvil de la okupación.

«Esa finca es de mi padre. Hubo un primer incendio que no afectó a la propiedad para nada pero, una semana después, hubo un segundo incendio más grande con dos o tres focos que obligó a cerrar la carretera de Es Murterar. Cuando dos días después se reabrió al tráfico vimos algo raro, estaba muy despejado el acceso a la finca, pero no llegué a darle importancia», relata.

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«Al cabo de una semana y media o dos volví a pasar por delante de la finca de camino al trabajo y encontré a dos personas dentro. Habían roto el candado de acceso a la casa y tenían el coche dentro. Les pregunté qué hacían ahí y me dijeron que tenían permiso del dueño. Yo sabía que no era así, que mi padre no había dado permiso a nadie», cuenta el afectado que pide mantener su anonimato por miedo a sufrir posibles «represalias».

Se muestra convencido de que «entraron por donde se había quemado». Por eso sospecha que la okupación puede guardar una relación con los incendios. «Presentamos denuncia en la Guardia Civil de Santa Margalida y nos advirtieron que no nos acerquemos porque los okupas nos pueden denunciar. He visto que hasta han hecho obra de forma ilegal», relata. Según su versión un vecino llegó a contar a 14 hombres coordinados limpiando su propiedad, el día que él inquirió a la familia de okupas.

En la denuncia que registró ante la Guardia Civil el afectado no relacionó la okupación de su viviendas con los recientes incendios. «En ese momento no lo pensé, ha sido después cuando atando cabos hemos pensado que han pasado cosas muy raras», concluye.