Ses Casetes dels Capellans es un núcleo urbano sobre las normas urbanísticas, pero nunca se ha ejecutado su urbanización ni una normativa para el disfrute de las casas de veraneo. | Lola Olmo

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El Ajuntament de Muro está decidido a dar el paso que ningún consistorio anterior se ha atrevido a dar en los últimos sesenta años: redactar un plan especial para la gestión de la zona comunal de Ses Casetes dels Capellans. En la práctica, se trataría de ordenar urbanísticamente este núcleo costero formado por 146 casas de veraneo que son de propiedad municipal, y cuyo disfrute se otorga a los vecinos en forma de concesión administrativa por unos 300 euros anuales de media, según el tamaño de la casa.

La demolición de una de las casas para reconstruirla por completo denunciada por el GOB hace unas semanas ha sido el detonante para tomar una decisión que todos los equipos de gobierno han ido postergando debido al recelo que existe entre los vecinos de Capellans. De hecho, el verano pasado se produjeron tres reuniones para sentar las bases de un «plan de convivencia» que no fueron fructíferas y que desembocaron en la dimisión de algunos miembros de la asociación de vecinos.

Casa demolida en Ses Casetes dels Capellans
Una de las casas de Capellans ha sido demolida íntegramente y no se podrá reconstruir, al haber sido denunciada por el GOB ante el Ajuntament de Muro y el Consell.

Consecuencias

Como consecuencia de la demolición denunciada por el GOB, el consistorio ha perdido una de las casas, que no se podrá volver a construir salvo que se redacte un plan especial de Capellans que permita urbanizar este núcleo, algo que, en el limbo normativo actual, no es posible. El plan también tiene la finalidad de solucionar otra gran carencia de este núcleo, como es la dotación de infraestructuras de saneamiento. Esta situación deriva de que, en sus inicios, las casas eran desmontables y se usaban los meses de verano. Ahora, hay gente que vive todo el año en Capellans, y en verano llega a estar tan concurrido, que el Ajuntament de Muro tuvo que convertir todo el núcleo en ACIRE e instalar cámaras de tráfico para multar a todo conductor no autorizado a entrar, es decir, que no sea residente en Muro, vehículos de emergencias y de cuerpos de seguridad o proveedores de los tres restaurantes de la playa.

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Como primera medida, el Ajuntament de Muro ha acordado destinar 200.000 euros a la revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) del municipio y a la redacción del plan especial de Capellans, una suma que se financiará en cuatro ejercicios. El concejal e investigador murer Miquel Àngel Tortell, autor de un exhaustivo estudio sobre los orígenes de este singular núcleo, recuerda que «Capellans existe desde los años 30 del siglo XX; hace 60 años mosén Mulet ya hizo una propuesta para regular los usos, y en paralelo había un proyecto de urbanización que no se llegó a realizar».

Asunto complejo

Miquel Porquer, alcalde de Muro, es consciente de la delicada situación de Capellans, pese a ser un lugar tan querido por los murers. «Demoler esta casa estaba prohibido, como cualquier obra, se hizo sin ningún tipo de permiso y ahora el Ajuntament ha sufrido una pérdida patrimonial». Porquer señala que el plan especial de Capellans «es muy complejo, pero es una herramienta necesaria para evitar que la situación de nuestro bien comunal siempre penda de un hilo».

Uno de los objetivos es dotar de saneamiento este núcleo formado ahora por 145 casas y calles de arena, y conectarlo a la futura depuradora Platges de Muro- Can Picafort. La redacción de este plan especial se encargará a un gabinete externo, al igual que la revisión del PGOU. El equipo de gobierno y todos los partidos son conscientes de las reticencias que existen a modificar el status quo de Capellans, pero permanecer en un limbo legal también supone una amenaza para su gestión. De hecho, hace décadas que existe un conflicto no resuelto con la Demarcación de Costas por el deslinde del dominio público, y otra conflicto relacionado con las autorizaciones para que los tres restaurantes de la playa de Capellans puedan o no montar terrazas.