El alcalde de la localidad, Juan Antonio Amengual, junto delegado de Vivienda, Urbanismo, Planeamiento y Patrimonio de Calvià, Jaime Bujosa, formalizaron ayer la compra con la comunidad de Hermanas Franciscanas Hijas de la Misericordia por valor de 544.000 euros, «una cantidad muy por debajo del precio del mercado», apuntó Bujosa al destacar la «generosidad que han tenido las religiosas para que este edificio fuera para el pueblo».
El convento es un espacio emblemático para los habitantes de es Capdellà, no en vano la mayoría de sus vecinos pasó su infancia entre esas paredes ya que allí se ubicaba el colegio de Educación Infantil de 0 a 6 años. Además, las religiosas franciscanas también realizaban funciones de ayuda a la comunidad y también contaban con dependencias de enfermería.
A partir de ahora, el edificio catalogado por el Ajuntament, entrará en una fase de reforma para poder habilitar las dependencias a los nuevos usos que tendrá. Bujosa confía que en verano ya pueda abrir sus puertas para acoger a campamentos de jóvenes, similar al que se han realizado este verano en Galatzó. «Queremos fomentar este espacio como un centro para la juventud, no solo de es Capdellà, sino de todo el municipio», señala mientras recuerda que el antiguo convento también acogerá actividades culturales.
La reforma que encarará ahora el Ajuntament será más bien una intervención para adecuar los espacios de cara a los meses de verano, para después poder iniciar una restauración más en profundidad.
«El proyecto completo está por definir, aunque el paso más importante era la adquisición del edificio para que quedase para el pueblo. Esta era nuestra intención y también la de las franciscanas», enfatizó el delegado también del pequeño núcleo. La creación de este nuevo centro para jóvenes permitirá también dinamizar el pequeño núcleo de Calvià así como incrementar las infraestructuras públicas.
El alcalde de Calvià, Juan Antonio Amengual, junto al regidor Jaime Bujosa, visitaron ayer el edificio antes de formalizar la firma con las franciscanas sor Antonia Barrilero y son Magdalena Fiol.
El alcalde recordó que la adquisición «responde a una petición de los vecinos en la que se llevaba años trabajando y que se frustró en la anterior legislatura. Estamos muy contentos y agradecemos a las Hermanas Franciscanas las facilidades y han respetado las condiciones preacordadas», señaló.
El convento de es Capdellà, conocido también como la Casa de la Verge del Carme, tuvo sus puertas abiertas entre 1880 y 1996 cuando, no cerró del todo, pero sí que hubo una unificación de las religiosas de es Capdellà con las de Peguera. Durante más de un siglo las franciscanas realizaron servicios a la comunidad y ayudando en la educación.
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