Coincidiendo con la municipalización de la recogida selectiva, el Ajuntament ha decidido incorporar como norma general la recogida de la fracción orgánica, lo que obligará a todos los particulares a separar los residuos orgánicos del resto de fracciones reciclables, una obligación que hasta el momento solamente tenían los hoteles, bares y restaurantes.
Para facilitar a los vecinos esta separación, la concejalía de Medio Ambiente ha dispuesto que en los puntos de recogida selectiva también haya, a partir del 1 de marzo, contenedores específicos para restos orgánicos, según ha avanzado la regidora del área, Antònia Frau.
El Ajuntament espera de esta forma avanzar hacia los objetivos del Plan de Gestión de Residuos que marca de la Agenda 2030. Pero según los datos que maneja el Ajuntament, la separación de la fracción orgánica supondrá también un ahorro de 600.000 euros en el coste de incineración, que actualmente es muy elevado y repercute negativamente en el recibo que tienen que pagar los ciudadanos.
Mientras no llegue el esperado ahorro derivado de la separación de la fracción orgánica, los vecinos de Sóller tendrán que asumir en 2025 una importantísima subida del recibo de la recogida de basura, debido al elevado coste de la incineración, lo que supondrá un aumento de un 32% con relación a 2024. Esto se traducirá en un aumento de unos 120 euros anuales para los particulares y de casi 700 euros para los negocios de restauración.
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