Los productores Rafel Esteva y Jaume Sureda, junto a Pere Obrador y Matíes Adrover, han iniciado los trámites para constituirse en microcooperativa y poder seguir autogestionando el matadero de Inca. | Juanjo Roig

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Las vitrinas de los mercados no tendrán a la venta pollo mallorquín estas navidades por falta de suministro. Los productores pudieron utilizar por última vez las instalaciones del matadero de aves de Inca el pasado 16 de diciembre, fecha en la que acababa el plazo acordado entre varias administraciones para que se pudieran sacrificar sus pollos «por razones de producción y bienestar animal», aunque el Ajuntament d'Inca lo había cedido hasta día 31. Ante la falta de un lugar donde realizar los sacrificios, pues el de Inca era el único matadero de aves de Mallorca en activo, los ganaderos no han podido sacar su producción al mercado para la época navideña.

Aún así, no están dispuestos a bajar los brazos y este lunes han comenzado los trámites para constituirse en microcooperativa con la que poder seguir autogestionando el matadero de aves de Inca como han hecho en los últimos meses. Estará formada por Jaume Sureda, Rafel Esteva, Pere Obrador y Matíes Adrover y se formaliza «para cumplir con una de las condiciones que nos exigieron desde la Conselleria para valorar la continuidad de la autogestión del matadero de Inca».

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Por parte del Ajuntament d’Inca, el regidor Andreu Caballero y la alcaldesa accidental María del Carmen Oses han mostrado su apoyo a los productores en su intención de seguir en el matadero local. Andreu Caballero recuerda que «el Ajuntament cedió las instalaciones hasta el 31 de diciembre, pero finalmente se acordó con la dirección general de Agricultura, Ramaderia i Desenvolupament Local y la dirección general de Salut Pública, que se abriría cada lunes hasta el 16 de diciembre». El Consistorio inquer se muestra «muy predispuesto a ampliar esta cesión al Govern durante 2025 y que la nueva microcooperativa siga gestionando las instalaciones».

Por parte de la dirección general de Agricultura, Ramaderia i Desenvolupament Rural se alegran de la decisión y señalan que «es la mejor opción posible». Aún así reconocen que «los trámites de inscripción como operador de matadero, la concesión del ayuntamiento y el registro general de explotaciones ganaderas son complejos y es imposible que en estos días se pueda solucionar».
No obstante, desde la dirección general está prevista una reunión con los productores «para informarles del proceso y ayudarles en todo lo posible a recopilar toda la documentación necesaria».