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Las calles de Sa Pobla se llenaron este viernes de música, tradición y entusiasmo en uno de los emotivos actos que marcan el inicio de los días grandes de la fiesta más querida del municipio: Sant Antoni. La Benvinguda al Clamater reunió a unas doscientas personas en un pasacalles festivo que recorrió el trayecto entre el Ajuntament y la casa del nuevo clamater, Andreu Company.

El relevo simbólico entre el clamater saliente, Jaume Nicolau, y su sucesor, Andreu Company, fue el momento central de la velada, marcando el inicio de las celebraciones más esperadas. Andreu, encargado este año de exclamar el tradicional y emocionante «Visca Sant Antoni!» durante las Completes del 16 de enero, recibió este honor en un pasacalles festivo encabezado por las autoridades municipales.

La comitiva avanzó al ritmo vibrante de los xeremiers, la colla gegantera y la coral del pueblo, acompañada también por la Associació Es Grif y otros grupos destacados que aportaron color y solemnidad al acto. La comitiva se detuvo frente a la casa de Andreu Company, a quien se le entregó el ramo de murta y donde se interpretó el himno de Sa Pobla, ‘Cant a un Poble’, seguido de otras canciones santantonieres.

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Tras la Benvinguda, la noche continuó con un espectáculo protagonizado por los más pequeños. La Colla Infantil dels Dimonis d’Albopàs llevó a cabo la segunda edición de su correfoc infantil, titulado ‘Arrels’, un homenaje a la identidad y la continuidad de las tradiciones de Sant Antoni.

Los niños y niñas, de entre 10 y 12 años, ejecutaron su segundo correfoc oficial con entusiasmo y precisión, desplegando una explosión de fuego, música y movimiento en la plaza del pueblo. Con las medidas de seguridad adecuadas y una normativa específica para garantizar el disfrute seguro de los participantes y el público, el evento se convirtió en un rotundo éxito.

El ritmo de los tambores retumbó mientras los pequeños dimonis corrían y danzaban, iluminando la noche con sus bengalas y antorchas. El espectáculo no solo fue un deleite para los asistentes, sino también un testimonio del compromiso de Sa Pobla con la transmisión de sus tradiciones a las nuevas generaciones.