Las obras del Pont d’Inca empezaron hace una semana.

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La asociación ARCA ha solicitado al Ajuntament de Marratxí que preserve los elementos históricos y tradicionales en las obras de reforma del entorno de la iglesia del Pont d’Inca, que se han iniciado recientemente. Destacan su preocupación por el muro perimetral de la plaza y las aceras de piedra viva de las calles Bisbe Campins y Santa Catalina Thomàs, que serían modificadas para mejorar la accesibilidad.

ARCA advierte que la eliminación de las aceras podría comprometer la estabilidad del muro, por lo que pide medidas de refuerzo que respeten su tipología tradicional. Además, sugiere que las piedras de las aceras, si no pueden mantenerse en su lugar, sean almacenadas y reutilizadas en futuros proyectos urbanos para conservar su valor histórico.

La asociación también señala que este tipo de intervenciones puede contribuir a la pérdida de singularidad de los espacios públicos de Mallorca, reemplazando elementos tradicionales con diseños más homogéneos y estandarizados. ARCA insiste en la necesidad de evitar una «tabula rasa» en las renovaciones urbanas, abogando por soluciones que conjuguen modernidad y tradición.

Reconociendo la importancia de la accesibilidad, ARCA critica una tendencia que considera excesiva hacia la uniformidad, y subraya que es posible realizar mejoras sin eliminar el carácter patrimonial. Con este llamamiento, busca que el Ajuntament combine las mejoras urbanísticas con el respeto al patrimonio local, preservando la identidad singular del entorno.