En mayo de 2023 una representación del Ajuntament visitó el polvorín junto a personal militar para conocer el estado de las instalaciones.

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El pleno municipal de este jueves aprobará una moción presentada por los Socialistes d’Inca en la que se propone la transformación del polvorín de Santa Magdalena en un espacio de equipamiento y naturaleza para la ciudadanía. Esta instalación militar ha sido protagonista en estos últimos meses por las intenciones del IMAS de convertirlo en un centro de primera acogida de menores extranjeros no acompañados. Una medida que se desestimó el 8 de enero por «la exposición mediática que ha generado un entorno que impide garantizar la privacidad y la intimidad de los menores», según el presidente del organismo, Guillermo Sánchez.

La moción recuerda que el polvorín ha sido declarado «propiedad innecesaria por el Ministerio de Defensa» y que esta finca de unas seis hectáreas dispone de «un gran valor paisajístico e histórico que representa una oportunidad única para ser recuperado como un espacio de naturaleza y equipamiento público accesible para toda la ciudadanía de Inca y de Mallorca».

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El Ajuntament d’Inca ya había mostrado interés por este espacio y en mayo de 2023 solicitó la suspensión del proceso de venta. Ahora reclamará al Consell y al Govern que trabajen conjuntamente con el Ajuntament «para adquirir el polvorín y convertirlo en un espacio de naturaleza y equipa miento público». También propone al Ministerio de Defensa la cesión gratuita de la finca o, en caso de que no sea posible, una venta a precio razonable, «teniendo en cuenta que actualmente no tiene ninguna unidad militar y que su transformación representaría un beneficio directo para la sociedad mallorquina». El proyecto incluiría la creación de un espacio «que promueva la protección del patrimonio natural e histórico, así como usos comunitarios que favorezcan la calidad de vida de los ciudadanos», como es el caso de la creación de un área de naturaleza.

Otro de los puntos que incluye la moción socialista trata sobre la gestión de futuro y la necesidad de «garantizar que se haga con la participación directa del Ajuntament d’Inca, asegurando que el proyecto responda a las necesidades y aspiraciones del municipio». Cabe recordar que el pretendido uso del polvorín como centro de acogida de menores ha provocado tensiones entre el Ajuntament y el Consell. El Consistorio se sintió ninguneado al no ser informado del proyecto en ningún momento.