Jaguar Cars (marca de Jaguar Land Rover) ha ido dando una serie de tumbos con enlaces con diferentes marcas como BMW o Ford desde que naciera allá por el año 1922 hasta acabar curiosamente en 2008 en el grupo industrial y automovilístico indio Tata Motors.
Parece que ahora la marca vuelve a vivir un período de estabilidad, aunque cambiando un poco su filosofía tradicional de berlinas clásicas.
Ahora, la nueva gama de vehículos de la marca cuenta con un talante mucho más deportivo, lo cual se nota de forma clara en los Jaguar XF, Xj o F-Type, además de haber situado en el mercado el F-PACE, un nuevo SUV con un carácter bastante deportivo.
El modelo que hoy nos ocupa, el Jaguar XE, transmite una imagen bastante agresiva, sobre todo la parte delantera, ya que adopta unos faros alargados y finos, muy al estilo de vehículos japoneses, acompañados de unas prominentes salidas de aire en la parte inferior y de una parrilla delantera en forma de nido de abeja.
La parte posterior ofrece un diseño más elegante y deportivo, que es lo que también se espera de un vehículo de estas características.
MOTOR
La unidad que hemos probado en esta ocasión estaba equipada con el motor diésel de 1.999 cc, que desarrolla 180 CV de potencia, apoyado en un cambio automático con levas en el volante.
El motor nos ha ofrecido muy buenas sensaciones en todos los modos de conducción. A diferencia de otros modelos, el XE puede transmitir la máxima potencia incluso en el modo ECO si se necesita en ese momento, lo cual es interesante en caso de apuro a la hora de adelantar. A otros vehículos les cuesta mucho másentregar más potencia al conductor en modo ecológico.
En el modo Sport se nota mucho que el XE quiere ofrecer todo el empuje al conductor revolucionando el motor bajando marchas. Utilizando las levas del volante es otra manera de poder disfrutar de forma clara del empuje de los 180 CV.
Otro de los grandes alicientes que hemos descubierto en este gran motor es el consumo, ya que los 4,2 litros anunciados por la marca nosotros los hemos subido sólo hasta los 5,1 litros, unas cifras que dejan bien a las claras que la eficiencia energética de este propulsor es máxima. El comportamiento en carretera del Jaguar XE es también notable gracias a la incorporación de unas suspensiones dinámicas adaptativas, que no son de serie en todas las versiones, pero que es una opción de lo más interesante para obtener en cada momento la rigidez de la carroceria necesaria según el tipo de conducción que se desee llevar.
INTERIOR
Del interior de este modelo yo particularmente esperaba más, aunque tanto el F-Pace como éste cuentan con unos marcadores muy parecidos. La estética de éstos es un poco anticuada y demasiado oscura. La única nota de color de los marcadores, y aun le hace falta, es la pantalla central situada entre los dos relojes, ya que parte de la información (que es muy completa) sale en color. La consola central se caracteriza también por disponer de una pantalla a color de dimensiones suficientes en la parte superior. Es táctil, aunque en parte también se puede manejar desde la continuación de esta zona central. La comodidad es otro de los aspectos que cabe resaltar del XE aunque a los pasajeros de las plazas posteriores no les vendría nada mal un espacio algo superior.
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