Si hablamos de calidad-precio, el vehículo que hoy nos ocupa, el DFSK 500, gana por goleada a la mayoría de los vehículos del mercado en su categoría, ya que por prácticamente 18.000 euros tenemos un vehículo amplio, cómodo, con prestaciones aceptables y con un equipamiento más que digno. En este artículo iremos desgranando todos los apartados.
Estéticamente, personalmente me recuerda a algunos vehículos de otras marcas asiáticas, en su caso coreanas, como los Kia o algún SsangYong. Hablamos además de un modelo del segmento B/C de 4,38 metros de largo, que son unas medidas de lo más interesantes porque permiten además una muy buena habitabilidad.
La parte anterior viene muy marcada por la gran parrilla delantera de la que dispone, que está rodeada por unos faros también de dimensiones considerables, y que le dan una imagen de vehículo corpulento y con un aspecto juvenil.
En el lateral llaman la atención las líneas de estilo y una parte posterior bastante redondeada, que dispone de unos faros led de diseño bastante tradicional, pero que no afean en absoluto el conjunto, al contrario. En la parte superior también encontramos un pequeño alerón.
El DSFK 500 está disponible en una sola motorización, un propulsor atmosférico de gasolina de 1,5 litros y de origen de la marca japonesa Mitsubishi, con lo que tiene bastantes garantías de fiabilidad al ser de origen japonés.
La potencia máxima de este propulsor es de 106 CV y una cifra de par de 147 Nm. Por ahora sólo se ofrece con un cambio automático tipo CVT, no muy fino, pero que te permite circular de forma relajada. Para poder conseguir la etiqueta ECO de la DGT es posible gracias al hecho de que la marca te ofrece la posibilidad de adaptarlo a GLP.
Las prestaciones del modelo son interesantes pese a su potencia un poco justa. Así tarda unos 9 segundos para pasar de 0 a 100 Km/h y la velocidad máxima es de 165 Km/h.
El consumo homologado por la marca es de 8,3 l/100km y unas emisiones de CO2 de 188 g/km. En nuestro caso, con una conducción mixta, hemos conseguido más o menos 9 litros, que no es bajo pero que tampoco es excesivamente alto tratándose de un vehículo con cambio automático.
En cuanto al comportamiento del SUV, se puede decir que es un modelo con un buen equilibrio, que no hay duda de que prima la comodidad por encima de la deportividad.
Al acceder al interior del vehículo destaca la amplitud. Tanto en el cuadro de instrumentos como en la consola central se utiliza una tecnología ya en desuso, pero ofrece al conductor toda la información necesaria para tenerlo todo controlado en cualquier momento. La pequeña pantalla de 3,5 pulgadas con la información del ordenador de a bordo se controla desde el volante multifunción, que es de buena calidad.
La pantalla de 7» situada en la consola central también está un poco anticuada y los gráficos son un poco anticuados, pero cumple su cometido porque además el vehículo tiene Apple Car Play y Android Auto con cable.
El DFSK 500 se ofrece con dos niveles de equipamiento, Luxury e Intelligent. Cabe destacar que el primer acabado ya es de lo más completo. Así, el Luxury cuenta con cámara de visión trasera, control de crucero, alarma antirrobo, navegador, faros antiniebla o sensores de luz y lluvia, pantalla táctil de 7 pulgadas y Bluetooth.
El acabado superior incluye el asistente de descensos, sensores de aparcamiento delanteros y traseros, techo solar panorámico, retrovisores calefactables y sistema de apertura inteligente.
Podéis encontrar y probar este modelo tan asequible en el concesionario DFSK Mallorca, situado en Avinguda del General Luque, 444, situado en Inca.
4 comentarios
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Un coche de más de 4 metros de longitud es demasiado grande para una persona sola o una pareja pero es de un volumen aceptable para una familia de 4 ó 5 miembros (sin incluir mascotas) aunque en los años 60 se metían 4 personas en un 600 y todos felices
Hoy en dia todos los coches son iguales. Que pena.
Chino....no thanks!!
No lo compraría, creo que no tiene ningún punto a favor, el precio será barato comparado con la competencia pero en realidad es caro por lo que es.