La estética de este modelo es un acierto por su belleza, que se basa en un diseño futurista "comedido" | Miquel Àngel Llabrés

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Muy poco queda del Renault Mégane Scénic que empezó a comercializarse en 1996 y que cambió su nombre por el de Renault Scénic Mégane en 1999. Hasta el momento, este modelo era el «hermano pequeño» del Space, es decir, un monovolumen de pequeñas dimensiones que era muy cómodo para familias que necesitaban espacio y comodidad.

Con esta quinta generación del modelo, que se denomina Scenic E-Tech, cambian muchas cosas, entre las que destacan que la carrocería es ya más bien la de un SUV compacto familiar y el hecho de que sólo se ofrece en la variante 100% eléctrica.

Tengo que destacar que estéticamente es uno de los vehículos del mercado que más llama la atención por su belleza. No se trata de un modelo excesivamente futurista, pero sí que tiene muchos elementos muy modernos y que se han encajado perfectamente.

En el diseño ha trabajado a conciencia el equipo dirigido por el diseñador Gilles Vidal, que procede de Peugeot. De la parte delantera destaca la parrilla delantera con efecto tridimensional, las nuevas formas del capó y las luces diurnas con forma de boomerang típicas de la marca del rombo.

Nosotros hemos probado la versión más potente de las dos disponibles, que cuenta con un motor eléctrico de gran potencia y autonomía. Así, dispone de 218 CV de potencia (160 kW) y 300 Nm, con una batería de 87 kWh. La velocidad máxima de este vehículo es de 170 Km/h y tarda 7,9 segundos para pasar de 0 a 100 Km/h.

No son cifras excepcionales pero sí que la aceleración es más que suficiente y en carretera también es bastante alta para poder adelantar sin problemas con seguridad.

Según la marca, la autonomía es de 623 km con la batería al 100%, aunque nosotros en la prueba, en un recorrido mixto, obtuvimos una cifra de 550, que es un poco menor. Eso sí, es una autonomía más que suficiente para poder programar salidas de distancias largas y muy recomendable para nuestras islas. La otra versión dispone de una batería más pequeña, de 60 kWh (170 CV) y una autonomía de 425 Km, que puede ser también más que interesante.

Otro aspecto destacable de este modelo es el comportamiento en carretera, ya que tiene una suspensión que se adapta perfectamente a cualquier tipo de conducción sin que se vea perjudicada la comodidad de los ocupantes o el paso por curva, que es bastante neutro.

El interior de esta versión que hemos probado destaca por su calidad en los acabados, la mayoría de los cuales son reciclados.

La amplitud es otra de sus grandes virtudes, aunque no ofrece tres banquetas individuales en la parte trasera, como antes. Destaca también la luminosidad interior, que viene implementada gracias al techo panorámico de serie.

El maletero, por su parte, ofrece 440 litros de capacidad, ampliables hasta los 1.670. Es de líneas regulares aunque la zona de carga es un poco alta.

Como no podía ser de otra manera, la instrumentación es totalmente digital, y en la consola central encontramos una pantalla digital en posición vertical, como se da en prácticamente el resto de vehículos de la marca.

Es muy interesante y novedoso el sistema OpenR Link con Google basado en el sistema operativo Android Automotive 12, que añade nuevas funciones de conectividad y comunicación con órdenes vocales gracias a Google Assistant.

Además, de serie lleva llantas diamantadas de 20 pulgadas, detector de ángulo muerto, cargador de inducción para teléfonos móviles, sonido Harman Kardon, portón eléctrico, asientos delanteros calefactados, regulador de velocidad inteligente, faros delanteros y traseros led, frenada de emergencia, bomba de calor, etc.

Podéis ver y probar este nuevo Renault Scenic en Dibauto Plus, situado en el Gremi de Sucrers i Candelers ,6 de Palma.